La inversión extranjera directa (IED) por parte de las economías emergentes aumentó en casi un tercio el año pasado conforme las compañías en China y en otros países buscaron nuevas oportunidades en el exterior como forma de escapar de la desaceleración del crecimiento doméstico, según nuevos datos de la ONU que serán publicados el lunes.
Los datos ponen de manifiesto una de las grandes tendencias que se están desarrollando en la economía mundial. Aunque alguna vez fueron un objetivo para las compañías multinacionales deseosas de invertir y aprovechar los beneficios de su rápido crecimiento, las economías emergentes se están convirtiendo en rivales de las estadounidenses y las europeas como fuente de inversión.
El flujo de la IED de las economías emergentes alcanzó una cifra récord de 484 mil millones de dólares en 2014, un aumento de 30 por ciento comparado con el año anterior, según las nuevas cifras compiladas por la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), con sede en Ginebra.
Pero ese aumento fue encabezado casi en su totalidad por los inversionistas asiáticos, siendo Asia en desarrollo responsable de 440 mil millones de inversión hacia el exterior el año pasado y superando a América del Norte y Europa como la mayor fuente regional de inversión extranjera directa a nivel mundial.
Detrás de eso se halla un gran cambio en China, dijo James Zhan, director de inversiones de la UNCTAD. China I y Hong Kong en conjunto representaron 266 mil millones de la inversión hacia el exterior en 2014, lo cual coloca a China en segundo lugar, detrás de Estados Unidos, en las clasificaciones de inversión extranjera directa.
Ese estado refleja un cambio notable en el lugar que ocupa China en el mundo. Hace una década, China continental tuvo 18 veces más inversión desde el exterior que hacia el exterior, dijo Zhan, pero el año pasado, por primera vez, la inversión hacia el exterior superó a la inversión desde el exterior.
Zhan dijo que es muy probable que la importancia de China como fuente de inversión aumente en los próximos años. La llegada del nuevo Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura encabezado por China, y los planes de Beijing de promover una nueva Ruta de la Seda a través de Asia Central hacia Europa inevitablemente atraerán más inversiones de compañías.
Pero la desaceleración del crecimiento del país también actúa como incentivo para que las compañías chinas consideren invertir en el exterior, dijo, y lo mismo sucede con los inversionistas de otras economías emergentes, como Rusia. A pesar de la intensificación de las sanciones y la crisis en Ucrania, las compañías rusas invirtieron 56 mil millones en el exterior en 2014, la misma cantidad que Francia.
Las inversiones de las compañías multinacionales de las economías desarrolladas, como las de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, se mantuvieron estables el año pasado en la cantidad de 792 mil millones.
Aunque ha habido un "modesto incremento" de la inversión por parte de las compañías europeas y estadounidenses, las inversiones en el exterior por parte de compañías japonesas cayeron 16 por ciento en 2014, según la ONU.
La composición de las inversiones en 2014 también fue reveladora. Más de la mitad de las inversiones realizadas en 2014 por compañías de las economías en desarrollo fueron en valores y consistieron en nuevos proyectos o adquisiciones.
Sin embargo, hasta un 80 por ciento de los flujos de salida de IED de compañías con sede en los países desarrollados fueron en forma de utilidades reinvertidas y el resultado de las reservas récord de efectivo en poder de sus filiales en el exterior, según las cifras de la ONU.
Hay indicios de que está aumentando la confianza de los inversionistas, dijo Zhan. Una encuesta realizada por McKinsey, la consultoría, que será publicada el mes próximo junto con el informe de inversiones globales de la UNCTAD mostró una creciente confianza incluso entre las compañías de las economías desarrolladas, dijo.
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