Los bancos, incluidos Barclays y Wells Fargo, se enfrentan a pérdidas potencialmente excesivas asociadas a un préstamo de 850 millones de dólares hecho a dos compañías de petróleo y gas, lo cual representa una señal de cómo la dramática caída del precio del petróleo está empezando a repercutir en la economía en general.
Los detalles del préstamo surgieron cuando delegados de la OPEP, el cártel de productores de petróleo, se reunieron en Viena para abordar el creciente exceso de oferta en el suministro de petróleo. Varios miembros de la OPEP han estado pidiendo una reducción de la producción para apuntalar los precios, pero Arabia Saudita, líder de la OPEP y el mayor productor, señaló que no exigiría un gran cambio en las metas de producción del grupo.
Las repercusiones de la disminución en el precio del crudo, que ha caído un 30 por ciento desde junio, se están extendiendo más allá del sector de la energía, golpeando las monedas, los presupuestos nacionales y las acciones de las compañías de energía.
La caída de los precios está afectando seriamente a los productores de petróleo que dependen de los ingresos provenientes de las exportaciones de crudo para equilibrar sus presupuestos. El rublo ruso ha perdido el 27 por ciento de su valor desde mediados de junio, cuando el crudo comenzó a caer, mientras que la corona noruega se ha reducido un 12 por ciento y el miércoles el naira nigeriano alcanzó un mínimo histórico.
Las compañías también se están viendo afectadas; las acciones de BP cayeron un 17 por ciento desde mediados de junio y las de Chevron un 11 por ciento. Las acciones de SeaDrill, uno de los mayores propietarios de plataformas de perforación del mundo, cayeron hasta un 18 por ciento el miércoles, ya que suspendió el pago de dividendos. La compañía ha sufrido de un exceso de oferta de plataformas conforme las grandes compañías han respondido a la caída del crudo mediante la cancelación de proyectos.
Ahora los bancos también están siendo afectados, y se rumora que Barclays y Wells Fargo enfrentan pérdidas potenciales asociadas a un préstamo relacionado con la energía. A principios de este año, los dos bancos encabezaron un "préstamo puente" de 850 millones para ayudar a financiar la fusión de Sabine Oil & Gas y Forest Oil, compañías petroleras con sede en EU.
Sin embargo, los inversionistas se opusieron a la compra del préstamo cuando se les ofreció por primera vez en junio, y la caída del precio del petróleo y los volátiles mercados de crédito en los meses posteriores han echado por tierra cualquier nuevo intento de vender o sindicar el préstamo, según participantes en el mercado. Voceros de Barclays y Wells Fargo declinaron hacer comentarios.
Dado que los bancos colocadores no pueden vender el préstamo a los inversionistas, ahora se enfrentan a pérdidas por el acuerdo, conforme el valor de la deuda de las dos compañías se erosiona.
Los bonos de Sabine se cotizaban por encima de su valor nominal a alrededor de 105.25 dólares en junio, pero desde entonces han caído a 94.25 dólares– colocándolo en territorio "difícil". Su rendimiento – que se mueve inversamente al precio – ha pasado de alrededor de 7.05 a 13.4 por ciento.
Banqueros rivales estiman que si Barclays y Wells Fargo intentaran sindicar el préstamo de 850 millones de dólares ahora, éste podría llegar a una cifra tan baja como 60 centavos por dólar.
Si los bancos no son capaces de vender el préstamo, es posible que lo absorban en sus balances, en lugar de tratar de venderlo en el mercado.
Se suponía que un préstamo separado – organizado por UBS y Goldman Sachs para ayudar a financiar la compra de Express Energy Services por parte del grupo de capital privado Apollo – se vendiese a principios de esta semana, pero parece haber sido pospuesto, según participantes en el mercado. Un portavoz de Goldman no quiso hacer comentarios, mientras que un portavoz de UBS no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios al respecto.
Marty Fridson, director de inversiones de LLF Advisors, dice que de los 180 bonos "en dificultades" en el índice de alto rendimiento del Bank of America Merrill Lynch, 52 de ellos, o casi el 29 por ciento, fueron emitidos por las compañías de energía.
Las compañías de energía han llegado a representar una porción mucho mayor del universo de crédito pendiente de pago en los últimos años, ya que las compañías de petróleo y gas aprovecharon las bajas tasas de interés y los ávidos mercados de crédito para ayudar a financiar su expansión.
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