Carlos Ghosn había estado planeando una fusión entre Renault y Nissan antes de su arresto en Tokio esta semana, un acuerdo al que se opuso la junta directiva del fabricante japonés de automóviles, la cual estaba buscando maneras de bloquearlo.
Varios miembros de la junta de Nissan esperaban que se materializara una oferta en los próximos meses, según una persona cercana a la junta. Otra fuente dijo que era probable que se produjera una fusión "en unos meses", y una tercera dijo que estaba bajo consideración activa.
Renault y Nissan poseen acciones mutuas, en una estructura que fue diseñada hace casi 20 años. Pero Ghosn, como jefe de la alianza de estos fabricantes de automóviles y presidente de Nissan, había estado planeando una fusión para hacer que la asociación fuera "irreversible".
El lunes, Nissan dijo que expulsaría a Ghosn después de acusarlo de engañar a los inversionistas sobre el monto de su remuneración, utilizar activos de la compañía para obtener beneficio personal y falsificar los estados financieros.
Nissan dijo que la medida se producía después de varios meses de investigación interna luego de las denuncias de un informante. Se esperaba que Renault, de la que Ghosn era presidente y director ejecutivo, lo reemplazara de forma interina el martes por la noche.
Ghosn fue la fuerza motriz detrás de los planes de fusión, la cual enfrentó una feroz resistencia de la junta de Nissan, según personas familiarizadas con las deliberaciones. La participación del 43 por ciento de Renault en Nissan le da niveles inusuales de control, lo cual incluye la capacidad de nombrar altos ejecutivos. La participación del 15 por ciento de Nissan en Renault no le otorga derechos de voto y no le da a la empresa control sobre su contraparte francesa.
"La junta directiva de Nissan siempre dijo que se opondría ferozmente a cualquier reorganización que afianzara su estatus de segundo nivel", dijo una persona cercana a la junta.
Nissan también consideraba a Renault como el negocio más débil, agregó la persona, y temía que la compañía francesa tuviera acceso a su efectivo, cuya cifra era de 10 mil 700 millones de dólares en sus resultados semestrales.
Mientras Nissan se preparaba para una propuesta de fusión total, crecían las tensiones entre Ghosn e Hiroto Saikawa, el director ejecutivo de Nissan, según personas cercanas a ellos, lo cual provocó el deterioro de una relación que había sido cálida cuando Saikawa asumió el cargo de director ejecutivo que cedió Ghosn el año pasado.
Los fiscales de Tokio están investigando las propiedades inmobiliarias que compró Nissan para Ghosn, incluyendo las residencias en el Líbano y Brasil, según los medios japoneses.
Ghosn pareció haber sido tomado por sorpresa el lunes por la tarde cuando aterrizó en el aeropuerto de Haneda, donde lo esperaban los fiscales de Tokio y los periodistas del diario Asahi.
Las personas que lo han visto recientemente dijeron que no parecía tener conocimiento de ninguna investigación y que había ido a Japón para una reunión con el gobernador de Tokio el miércoles.
Según algunas personas, las tensiones entre Ghosn y Saikawa se intensificaron conforme a Ghosn le disgustaba cada vez más el desempeño del grupo japonés, cuyas ganancias han caído, cuyos márgenes de beneficios han disminuido en EU y cuyo crecimiento se ha ralentizado en China.
La reputación de Nissan a nivel doméstico también se vio perjudicada cuando Saikawa tuvo dificultades con escándalos que involucraban inspecciones vehiculares inadecuadas y datos de economía de combustible falsificados.
En conferencia de prensa este lunes, Saikawa destacó los efectos negativos de lo que denominó el "régimen" de Ghosn de 19 años, sorprendiendo a algunas personas cercanas a Nissan que habían considerado que Saikawa era uno de los tenientes más leales de Ghosn y uno de los menos propensos a socava el legado de su jefe.