Los precios del cobre subieron ayer a su nivel más alto en casi cuatro años, poniendo al metal en vías de su mejor año desde 2010, un acontecimiento bien recibido por algunas de las compañías mineras más grandes del mundo después de años de exceso de oferta.
El metal rojo está listo para terminar el año con un aumento de su precio de más del 39 por ciento, ayudado por un fuerte crecimiento económico global y una fuerte demanda en China, el mayor consumidor mundial.
El cobre se ha convertido en un metal favorito para las compañías mineras globales como Glencore y Rio Tinto, que ahora pronostican una falta de suministro para el final de la década conforme las minas antiguas llegan al final de sus vidas útiles y no se sustituyen.
También se espera que aumente la demanda del metal a causa de la expansión de las redes de carga requeridas para los autos eléctricos y la integración de las energías renovables solar y eólica.
El cobre tuvo un repunte espectacular a más de 10 mil dólares por tonelada a principios de 2011, después de que China lanzara un gigantesco paquete de estímulo después de la crisis financiera. Luego colapsó hasta llegar a poco más de 4 mil dólares por tonelada a principios de 2016, cuando los nuevos proyectos de cobre llegaron a materializarse y la demanda se debilitó, lo que provocó que los analistas pronosticaran lo que llamaron un "muro de suministro".
Sin embargo, este año, los precios del cobre han subido nuevamente hasta más de 7 mil dólares por tonelada. Ayer miércoles su cotización llegó a los 7 mil 259 dólares por tonelada, el nivel más alto desde enero de 2014.
Las acciones de las mineras Glencore y Anglo American subieron tras las noticias, con un alza del dos por ciento en el primer día de operaciones después de Navidad.
El alza fue provocada por la publicación de los datos de importación de China, que mostró que las importaciones de cobre refinado aumentaron un 19 por ciento hasta las 329 mil168 toneladas en noviembre.
Eso destacó la fuerte demanda en el país, tras un deslucido desempeño en octubre. Los analistas dijeron que las importaciones de cobre refinado podrían continuar siendo más altas luego de las enérgicas medidas de las autoridades chinas sobre las importaciones de chatarra de cobre en los últimos meses.
"La medida podría resultar en la importación de cantidades aún mayores de concentrados y metales refinados", según Edward Meir, analista de INTL FCStone.
También circularon rumores de que el mayor productor de China, Jiangxi Copper, se había visto obligado a reducir la producción como parte de las severas medidas contra la contaminación del país. Pero la compañía dijo en un comunicado que no había recibido ninguna orden al respecto.
Compañías mineras y analistas esperan a más largo plazo un déficit en el mercado del cobre para fines de la década, luego de la reducción del gasto en nuevos proyectos. Los analistas de BMO Capital Markets dicen que el déficit podría comenzar a surgir a mediados de 2019.
"Éste es el momento en que cualquier déficit de suministro de las minas probablemente lleve a un rendimiento superior sostenido", dijo este mes.
También es probable que los mayores precios del cobre generen llamados a una mayor participación de la riqueza por parte de los mineros en Chile y Perú, lo cual también podría frenar el suministro al mercado.
Los analistas de Citibank estiman que el próximo año se llevarán a cabo cerca de 30 negociaciones de contratos laborales en los países productores de cobre que posiblemente afecten al 25 por ciento del suministro mundial de las minas.
Financial Times