Si los flujos de financiamiento se secan, un alza del precio del crudo no estimularía necesariamente la producción. "Me tumban, pero me levanto de nuevo, nunca van a mantenerme tumbado". Las palabras de la canción "Tubthumping" se han convertido en el tema musical no oficial para la industria del gas shale de Estados Unidos.
La industria puede estar recibiendo una paliza en este momento, dicen los ejecutivos, pero tan pronto como el exceso de oferta en los mercados mundiales del petróleo se reduzca y se recuperen los precios, retornará de nuevo tan fuerte como antes.
Este punto de vista ha llevado a muchos analistas a sugerir que el gas shale ha puesto un tope a los precios del petróleo, por lo general visto como un nivel muy por debajo de los 100 dólares por barril. Tan pronto como el crudo se recupere lo suficiente, dice el argumento, la producción estadounidense se recuperará y asegurará que los mercados mundiales estén nuevamente bien abastecidos.
Ed Morse, director de análisis de commodities de Citi, caracterizó esta semana el futuro probable como una recuperación "en forma de 'W'", con la producción estadounidense de gas shale precipitando nuevamente otra caída de los precios.
Este punto de vista parece ser ahora la sabiduría general. Ciertamente es uno de los factores que mantienen el West Texas Intermediate en alrededor de 70 dólares por barril.
Así que vale la pena estudiar las razones por las que podría no suceder. La producción de gas shale es innegablemente más flexible y sensible a las condiciones del mercado que muchas fuentes "convencionales" de petróleo.
Un pozo en la formación Eagle Ford, del sur de Texas, el año pasado requirió de EOG Resources un promedio de menos de nueve días para perforarlo y 13 días para Marathon Oil.
Un pozo de aguas profundas en el Golfo de México, a cambio, va a tomar meses. Los pozos de esquisto también suelen entregar la mayor parte de su producción durante su primer año de producción, de manera que los precios a corto plazo son más importantes que para los pozos convencionales que disminuyen mucho más lentamente.
Eso significa que la industria petrolera ha reaccionado a los precios bajos más rápidamente en tierra firme estadounidense que en cualquier otra región.
Desde sus picos en octubre, el número de equipos de perforación de petróleo en Eagle Ford y la cuenca del Pérmico en el oeste de Texas, ha bajado un 27 por ciento, mientras que el número en la cuenca Williston, en Dakota del Norte, se ha reducido un 32 por ciento. Durante el mismo período, el número de equipos de perforación en la zona estadounidense del Golfo de México se ha reducido solamente en un 14 por ciento.
Pero aunque las perforaciones han caído más rápidamente en los campos de gas shale que en otras partes, no significa necesariamente que también se recuperará más rápidamente.
Un obstáculo teórico para un rebote del gas shale – el agotamiento de las áreas más productivas – no parece ser un problema real, al menos por el momento.
Los datos de productividad de perforación publicados por la Administración de Información de Energía de EU muestran que la producción de petróleo por plataforma de nuevos pozos ha seguido aumentando de manera constante en las tres principales áreas de petróleo de esquisto: el Bakken, de Dakota del Norte, el Eagle Ford y la cuenca del Pérmico.
Una amenaza más significativa, sin embargo, es la necesidad de la industria del gas shale por obtener financiación. Incluso con el crudo en más de cien dólares, el sector de la exploración y la producción estadounidense en general tenía un déficit sustancial en efectivo.
Las empresas financiaban sus programas de perforación con un flujo constante de capital. Como Philip Verleger, analista de petróleo, ha señalado, los mercados financieros eran tan fundamentales para el auge del gas shale de EU como las bases de conocimientos de la industria, la titularidad de los derechos mineros, la infraestructura instalada o las regulaciones gubernamentales en su apoyo.
En los ocho años de entre 2007 y 2014, el sector estadounidense de exploración y producción recaudó 95 mil millones de dólares en equidad, 206 mil millones de dólares en bonos y 574 mil millones en préstamos sindicados, según Dealogic.
Si ese flujo de capitales fuera a secarse, entonces la industria del gas shale podría quedarse rápidamente sin combustible.
Mientras que algunos inversores se han alarmado ante la caída en los precios del crudo, como se ha reflejado en los precios de las acciones y los bonos, otros como el capital privado, no.
Aun así, debería existir la posibilidad real de que una vez quemados, los inversores desconfíen de poner sus manos nuevamente en el fuego. Si así sucede, el repunte de la producción de crudo de EU será más lento, y los futuros mercados de petróleo serán más limitados de lo que muchas personas anticipan en este momento.
También, te pueden interesar estos artículos
Tropiezos, errores, vueltas en U y pasos en falso de EPN
En el escándalo de Petrobras hay inversionistas extranjeros
Inversionistas deberían mirar a la costa oeste de EU y al este de China
Financial Times