La decisión de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones de aluminio y acero ha provocado ansiedad dentro del sistema de la Reserva Federal (Fed), donde los banqueros centrales tendrán que incluir el riesgo de una escalada de la guerra comercial en sus pronósticos de crecimiento e inflación.
Neel Kashkari, presidente de la Fed de Minneapolis, le dijo al Financial Times que podía entender por qué los proteccionistas estadounidenses intentaban responder a las prácticas comerciales desleales de otras potencias, incluyendo China, y agregó que las décadas de esfuerzos para convencer a Beijing de que el comercio justo era de su interés han sido infructíferas.
Pero descartó la idea de que los aranceles al acero que Trump estaba preparando tendrían en sí mismos efectos económicos favorables en general. "Si se elevan los aranceles al acero, ¿los empleos en el sector siderúrgico estadounidense van a compensar con creces el efecto económico negativo que sufrirán todos los consumidores de acero? La respuesta será un no rotundo", dijo Kashkari poco antes del anuncio de la Casa Blanca.
"Simpatizo con el deseo de que haya comercio justo, pero me preocupa que haya un costo económico para la economía de EU al tratar de demostrar que la amenaza es creíble".
Trump intensificó sus ataques contra los socios comerciales de EU el viernes y durante el fin de semana, afirmó en Twitter que las guerras comerciales eran "buenas y fáciles de ganar" y prometió imponer aranceles a los coches de fabricantes europeos, muchos de los cuales tienen grandes operaciones de fabricación en suelo estadounidense.
La mayoría de los economistas dicen que los efectos adversos de los aranceles al acero y al aluminio sobre el crecimiento y la inflación serían, en sí mismos, probablemente modestos, pero si hay un deterioro más amplio de las relaciones comerciales, sería una amenaza mayor para la recuperación económica.
Bill Dudley, presidente de la Fed de Nueva York, dijo a una audiencia en Brasil el jueves que el proteccionismo podría tener un "atractivo similar al de las sirenas", pero que el impacto a largo plazo "seguramente sería destructivo".
Los primeros intentos de medir las estrechas repercusiones económicas de los aranceles sobre el acero y el aluminio apuntaron a un aumento extremadamente pequeño de la inflación, algo que en sí mismo probablemente no alteraría los planes de la Fed de elevar gradualmente las tasas de interés a corto plazo.
Las importaciones estadounidenses de hierro y acero fueron de 37 mil millones de dólares en 2017, mientras que las importaciones de aluminio fueron de 10 mil millones, una pequeña fracción de los 2.36 billones de importación de bienes en EU el año pasado.
"Aunque el acero y el aluminio se utilizan ampliamente como insumos para la producción, las cantidades de importaciones totales son pequeñas en relación con el tamaño de la economía", dijeron los economistas de UBS encabezados por Seth Carpenter en una nota.
"Sin embargo, si otros países toman represalias o si hemos subestimado la dependencia de la economía estadounidense del acero, los efectos negativos podrían ser mucho mayores".
Los economistas dicen que los aranceles al acero de George W. Bush en 2002 causaron más daño económico que beneficios, y un estudio encargado por las industrias consumidoras reveló que se perdieron 200 mil empleos como resultado de los precios más altos del acero.
Las maniobras de Trump han provocado preocupaciones entre los republicanos de que el impulso económico del paquete de reducción fiscal republicano de 1.5 billones de dólares aprobado en diciembre podría verse mermado.
La escalada de hostilidades también ha revivido los temores sobre el futuro de las conversaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Kashkari dijo que una retirada general sería devastadora para la economía estadounidense y agregó que, si las cadenas de producción que corren entre Canadá, México y EEUU se destrozaran, sería "enormemente perturbador".
¿Obligarían los aranceles al acero a otros países a ser "mejores actores en todo el espectro comercial?", preguntó Kashkari. "Quizás, pero no puedo cuantificarlo".