Los corredores de divisas están pegándole al peso mexicano como si fuera una piñata. Si aumentan los riesgos de los mercados emergentes, el peso sufre. Si bajan los precios del petróleo, el peso sufre. Una encuesta muestra que el Reino Unido podría votar a favor de su salida de la Unión Europea: otra vez el peso mexicano sufre.
El resultado de todo esto es que el peso se ha convertido en una de las monedas más permanentemente subvaloradas. Y, este año, ha sido la moneda de peor desempeño a nivel mundial ante el dólar estadounidense.
El problema es que el peso mexicano es, por mucho, la moneda más líquida de los mercados emergentes, con un volumen de operaciones de aproximadamente 135 mil millones de dólares al día, las 24 horas del día. Eso lo convierte en un vehículo ideal para cubrir todo tipo de riesgos en el sistema financiero. Cada vez que hay algo nuevo de qué preocuparse, más corredores utilizan el peso como una posición corta, lo cual significa que nunca se recupera totalmente del susto previo.
Más recientemente, ha comenzado a moverse en consonancia con la libra esterlina conforme los corredores lo utilizan como cobertura del riesgo del "Brexit" — la salida del RU de la UE — aunque sería casi imposible apreciar un impacto económico en México si el Reino Unido decidiera salir del área de libre comercio de la Unión Europea.
Sin embargo, los bajos precios del petróleo han sido terribles para México: han agotado las finanzas de la compañía petrolera estatal Pemex, y como resultado de esto, el gobierno ha tenido que recortar gastos, reduciendo así las expectativas de crecimiento económico.
Así, habiéndose recuperado hasta los 50 dólares por barril, el mayor precio del petróleo debería aliviar parte de esa presión. Sin embargo, en lugar de eso, ahora los bajistas del peso señalan la construcción de un muro por parte del potencial presidente Donald Trump como el siguiente factor de riesgo; aunque no está claro si el Sr. Trump convertirá sus palabras en acciones.
Como ninguna de estas caídas del peso se pueden explicar mediante los fundamentos, el Banco de México ya intervino una vez para ayudarlo a subir: en febrero anunció un aumento de emergencia de las tasas de interés, cuando la moneda llegó a 19 por cada dólar estadounidense. Ahora no está lejos de alcanzar ese nivel mínimo nuevamente, lo cual sin duda estará en la mente de los funcionarios en la reunión del banco central que se celebrará el próximo jueves.
Ya para entonces sabremos si el RU abandona la UE. Si el país vota por permanecer en la Unión Europea, se debería aliviar la presión sobre el peso. Pero no se puede contar con eso. Siempre parece haber alguna otra razón para pegarle al peso mexicano.
También te puede interesar:
¿Por qué el Reino Unido debe permanecer en Europa?
México implementa radicales reformas del sistema de justicia
¿Qué hay detrás de la retórica de un CEO?
Financial Times