Financial Times

Perú busca revivir su milagro económico

Esta semana, el presidente Ollanta Humala hizo su peregrinaje a otra ciudadela en busca de ayuda de más arriba: al centro del capitalismo en Nueva York. “Todavía estamos enfrentando el futuro con optimismo”, dijo el mandatario al foro Bloomberg Latin America.

Durante una ceremonia espontánea en las ruinas de Machu Picchu, la antigua ciudadela inca para adorar al sol, inversionistas en un viaje de negocios reciente imploraron una sola cosa: prosperidad para Perú.

"Necesitamos recuperar la grandeza, más allá de ciclos económicos. Necesitamos recuperar la fe", dijo un gerente de fondos peruano a la reunión, después de una conferencia de mercados de capital en Lima.

El crecimiento en lo que era la economía con mayor desarrollo de América Latina está cayendo por debajo del 5 por ciento por primera vez desde 2009. Hay quienes dicen que el milagro económico de los Andes se está terminando.

Esta semana, el presidente Ollanta Humala hizo su peregrinaje a otra ciudadela en busca de ayuda de más arriba: al centro del capitalismo en Nueva York.

"Todavía estamos enfrentando el futuro con optimismo", dijo al foro Bloomberg Latin America. "Estamos preparando medidas para reactivar la economía".

Perú ha dado grandes pasos en las dos últimas décadas, dejando atrás una oscura historia de hiperinflación, revueltas marxistas y brotes de cólera. La economía del país, basada en sus propios recursos, ha disfrutado tasas de crecimiento promediando 6.4 por ciento al año desde mediados de los 2000, gracias a un auge de productos básicos que impulsó a una clase media creciente. Pero conforme se ha desacelerado el superciclo de los productos básicos, esas tasas estelares de crecimiento se han detenido.

A finales de julio, Bank of America Merrill Lynch advirtió que "Perú es incapaz de sostener un ritmo de crecimiento arriba de 6 por ciento en un ambiente exterior con menos apoyo que al que se enfrentó la década pasada".

Inversiones más bajas debidas a la desaceleración de la industria de la minería arrastraron hacia abajo el crecimiento en el primer trimestre a una expansión de sólo 3.3 por ciento en el tercer productor mundial de cobre.


El 60 por ciento de los ingresos por exportaciones de Perú se debe a los minerales, pero los problemas en algunas minas grandes, junto con los precios a la baja y menos demanda de Asia, han hecho fuerte mella en las ganancias.

De acuerdo a los últimos datos, en julio la economía se aceleró un 1.16 por ciento –una mejora con respecto a junio, cuando el Producto Interno Bruto casi se frenó, creciendo apenas al 0.3 por ciento, pero aun así debajo de las expectativas del mercado.

La desaceleración llevó la semana pasada a la renuncia del respetado ministro de finanzas, Luis Miguel Castilla. Citó razones personales, pero la oposición lo había culpado por la desaceleración.

El gabinete del Sr. Humala –anteriormente un oficial militar de izquierda quien abrazó las políticas pro-mercado entre miedos de que fuera un posible Hugo Chávez– ha sido una puerta giratoria desde que tomó posesión en 2011. Después de sobrevivir varios cambios, el Sr. Castilla, quien luchó por las reformas, era el último miembro del equipo original.

Alonso Segura, quien reemplazó al Sr. Castilla, quien además fue su jefe de Estado, dijo que la economía peruana posiblemente crezca menos de 4 por ciento este año. El anterior economista del FMI, que promueve continuidad en las políticas, añadió que trataría de revivir el crecimiento de 6 por ciento el año entrante. Los inversionistas recibieron con beneplácito la noticia de su investidura.

Julio Velarde, el jefe del banco central de Perú, le dijo al Financial Times que esta desaceleración era un "tramo disparejo" y que el año entrante la economía crecería por "casi 6 por ciento y en 2016, el 6.5 por ciento". En general el panorama latinoamericano parece que crecerá un poco arriba de 2 por ciento este año.

Los analistas predijeron un aumento gracias a proyectos importantes de minería, junto con el inicio de trabajos de infraestructura con valor de más de 10 mil millones de dólares. Aunque los críticos mencionan que hay razones estructurales para la desaceleración de Perú, incluyendo la enorme burocracia y una dependencia excesiva de los recursos.

"La desaceleración económica es el resultado de un aumento de regulaciones y la falta de reformas que fomenten el crecimiento", dice Luis Carranza, anterior ministro de finanzas.

El Sr. Humala ha respondido a la desaceleración con una serie de medidas que incluyen la reestructuración del proceso para obtener permisos para negocios y licencias ambientales, el gasto en la infraestructura y la eliminación gradual de un impuesto de 5 por ciento a las ganancias de capital para inversionistas extranjeros.

Carlos Rodríguez-Pastor, director ejecutivo de Intercorp, un conglomerado de servicios financieros y negocios minoristas cree que esos cambios "contribuyen y ayudan aunque aún hacen falta reformas mayores", como en el área de la educación.

El año pasado, los estudiantes de Perú obtuvieron las calificaciones más bajas en un estudio de la OCDE de más de 60 países. El país también necesita abordar la legislación laboral, ya que Perú tiene leyes muy rígidas que han sido culpadas de fomentar un vasto comercio informal.

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