Una propuesta para un nuevo impuesto sobre las importaciones incluido en un plan republicano de reforma tributaria ha desencadenado una guerra de presión en la comunidad empresarial de EU y ha aumentado los temores de la posibilidad de escaramuzas comerciales. Pero los economistas también han comenzado a enfocarse en otro aspecto potencialmente preocupante: lo que esto significa para la economía global.
La inclusión de un "impuesto de ajuste fronterizo" en la propuesta impulsada por el presidente de la Cámara Paul Ryan y otros líderes republicanos sería, según expertos, el mayor cambio en la imposición global en casi un siglo.
Si la ortodoxia económica se sostiene — y eso es objeto de un significativo debate — podría también conducir al mayor auge del dólar desde la década de 1980 con consecuencias potencialmente perjudiciales, especialmente en las economías emergentes.
Los defensores de la reforma tributaria argumentan que en el corto plazo conduciría a una mayor demanda de exportaciones y dólares estadounidenses y una desaceleración de la demanda de importaciones y otras monedas. También estimularía más inversión extranjera directa a largo plazo en EU y, por lo tanto, la demanda de dólares.
Junto con el aumento de las tasas en EU y una Reserva Federal decidida a no dejar que la economía de EU se sobrecaliente, podría presentar un shock para la economía mundial que los economistas del Fondo Monetario Internacional y otras instituciones han comenzado a tratar de cuantificar.
En un informe publicado la semana pasada, la agencia calificadora Moody's dijo que un impuesto del 20 por ciento sobre las importaciones podría conducir a una apreciación de hasta un 25 por ciento en el dólar. Éste sería el cambio de moneda más grande desde los Acuerdos de Plaza de 1985 entre EU, Japón y las principales economías europeas.
"Una apreciación total del 25 por ciento del dólar estadounidense en términos reales y en un corto periodo no tiene precedentes", escribió Moody's.
Tal medida obligaría a ajustes internos en economías como Arabia Saudita y Hong Kong que tienen monedas vinculadas o ligadas al dólar, dijo Moody's, y afectaría a países con altos niveles de deuda denominada en dólares como Jamaica y Venezuela.
Pero también podría afectar a economías más grandes como China y, más ampliamente, conducir a una reconfiguración de las cadenas de suministro globales que tendría consecuencias para las economías que dependen de exportaciones y el comercio en todo el mundo.
"Esto pondría mucho estrés a muchas economías de mercados emergentes", dijo Eswar Prasad, un execonomista del FMI que ha escrito sobre el creciente papel del dólar y el renminbi chino en la economía global.
En el caso de China, una apreciación significativa del dólar "realmente los conduciría a un rincón", dijo.
Los responsables de la política económica en Beijing han estado manejando el renminbi contra una variedad de divisas en lugar de sólo el dólar. Pero el papel del dólar sigue siendo fuerte y la tasa bilateral es políticamente sensible, conforme el presidente estadounidense Donald Trump ha acusado a China de ser el "gran campeón" de la manipulación monetaria.
Si el dólar se apreciara bruscamente, impulsaría a China a reaccionar manipulando al alza su propia moneda — como lo ha hecho en los últimos dos años — perjudicando su posición con otros socios comerciales, sostuvo Prasad.
Aproximadamente el 80 por ciento de las exportaciones de China se destinan a países distintos a EU.
La buena noticia es que Prasad y otros sostienen que las economías emergentes se encuentran en una posición mucho mejor que en los años noventa, cuando muchos se vieron afectados por una crisis debida en gran parte a las pesadas cargas de la deuda denominada en dólares.
La suposición económica de que un impuesto en la frontera en EU causaría una gran apreciación en el dólar continúa siendo una premisa inconclusa.
Wilbur Ross, el secretario de comercio de EU, ha respaldado la idea del impuesto fronterizo en el pasado. Pero en una entrevista el viernes dejó claro que no estaba convencido de que los mercados de divisas reaccionarían como se ha previsto. "Soy un poco escéptico sobre la teoría de que los mercados absorberán todo según los pronósticos al respecto", dijo a CNBC.
Los escépticos también señalan que los flujos comerciales de EEUU desempeñan un papel relativamente pequeño en los mercados de divisas. El comercio total de bienes y servicios de EU fue de 5 billones de dólares en 2016, según datos oficiales de EU, lo equivalente al volumen diario promedio negociado en los mercados internacionales de divisas.
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Financial Times