Un banquero de inversión emprendedor puede llegar a una justificación estratégica para combinar dos empresas bajo un mismo techo corporativo. Pero, en el mundo de la tecnología, el injerto de empresas en crecimiento en otras ya más maduras es siempre un proceso propenso a la inestabilidad. Las necesidades de los negocios emergentes a menudo se subordinan a las necesidades del negocio original, pero los inversores anhelan un crecimiento puro. El futuro y el pasado a menudo son una extraña pareja.
Para eBay, que revirtió su curso esta semana anunciando un "spin-off" de su división de rápido crecimiento PayPal, este punto de inestabilidad por fin ha llegado. Yahoo también está llegando a su momento de la verdad, con un grupo cada vez más vocal de accionistas quienes quieren una empresa más estrechamente enfocada en el negocio de medios de comunicación en EU, aun cuando el juego final no está próximo.
Revertir a eBay y Yahoo de vuelta a sus núcleos originales sería un momento seminal para estos dos sobrevivientes de la primera era del Internet. Al reducirlas a sus negocios originales de comercio electrónico y medios de comunicación, respectivamente, ambas compañías podrían obtener una nueva oportunidad para reinventarse a sí mismas – aunque podrían igualmente encontrarse atrapadas entre las plataformas dominantes que dictan el comportamiento en línea.
Agregando a la intriga se encuentra el voto incondicional de confianza que Wall Street acaba de darle al nuevo estilo de conglomerado del Internet. Alibaba parece estar rompiendo todas las reglas de expansión disciplinada. Pero, dado el enorme potencial de su negocio de comercio electrónico interno, los inversores están dispuestos a hacerse de la vista gorda hacia los signos de indisciplina – y a diferencia de eBay y Yahoo, dados sus mecanismos de gobernanza, Alibaba nunca tendrá que participar en batallas de gestión entre accionistas activistas.
La movida de eBay marcó el desenlace definitivo de la estrategia de la ex presidenta ejecutiva Meg Whitman para injertar servicios adicionales en su negocio de subasta, y forjar una "comunidad" más profunda. Mediante la comunicación a través de Skype – que eBay había comprado en 2005 – y pagos con PayPal, la teoría decía, los usuarios tendrían más probabilidades de conectarse, negociar y realizar transacciones, engrasando las ruedas del comercio.
PayPal y Skype son utilidades de Internet cuyo valor va mucho más allá de eBay, por lo que poseer estas tres plataformas en línea distintas siempre sería un reto. Skype se separó en 2011; su posterior adquisición por parte de Microsoft fue una señal de cómo los grupos grandes del Internet codician esas utilidades – y una advertencia a PayPal y a eBay de lo que podía deparar el futuro, incluso si cada una tiene una valoración prospectiva de más de 30 mil millones de dólares.
Las tensiones que ocasionaron a John Donahoe, presidente ejecutivo, a desagregar eBay también están empezando a pesar sobre Marissa Mayer, su homóloga en Yahoo, aunque sus cálculos son de una naturaleza diferente. Gracias a la previsión de cofundador y ex CEO Jerry Yang, la Sra. Mayer ha recibido una herencia envidiable. Tiene una participación del 16.3 por ciento en Alibaba y el 35.5 por ciento de Yahoo Japón – y la pila de efectivo del grupo de alrededor de 8.5 mil millones de dólares (cerca de 6 mil millones de dólares de la misma a partir de la venta de acciones en la reciente oferta pública inicial de Alibaba) en sí misma vale más de lo que la mayoría de los analistas atribuyen a los negocios fundamentales de Yahoo. Separar estos activos en una forma fiscalmente eficiente es la ruta principal para el enriquecimiento de los accionistas de Yahoo.
Es probable que el desenlace sea determinado lejos de la sede de Yahoo. Jack Ma, jefe de Alibaba, no ha ocultado su deseo de recuperar la participación de Yahoo, aunque esto no es lo primero en su lista de prioridades, de acuerdo con una persona familiarizada con la compañía. SoftBank, que controla Yahoo Japón, estaría en apuros al hacer una movida por Yahoo sin la participación de Ma, debido a que una adquisición directa empujaría su participación en Alibaba a cerca de 50 por ciento. La Sra. Mayer, por su parte, no puede empezar a vender sus acciones de Alibaba restantes hasta un año después de la OPI, posponiendo cualquier necesidad inmediata de una decisión.
A juzgar por los comentarios del inversor activista Starboard Value, sin embargo, los planes deMayer para su pila de efectivo están empezando a inquietar a algunos accionistas. La promesa de distribuir la mitad de los ingresos de Alibaba todavía la dejará con 5.5 mil millones de dólares para gastar en adquisiciones – un campo en el que Yahoo no ha sobresalido en el pasado. La compra de 1.1 mil millones de dólares de Tumblr el año pasado decepcionó a los inversores. El período de luna de miel de 27 meses que la Sra. Mayer disfrutó como CEO antes de la OPI de Alibaba puede parecer una oportunidad perdida para reposicionar el negocio principal de Yahoo de forma más agresiva. Con activistas pisándole los talones, el juego final puede comenzar.
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