Compañías editoras que van desde Condé Nast hasta Hearst están lanzando programas en la nueva plataforma de video de Facebook, Watch, tratando de replicar el éxito de videos cortos y virales caseros.
Facebook desea aumentar la participación en el sitio convirtiéndose en un hogar para los videos sociales —un lugar donde la gente intercambie puntos de vista en sus comunidades sobre programas— utilizando su red como ventaja competitiva sobre YouTube.
Algunos de los nuevos programas incluyen "Virtually Dating" de Condé Nast, donde dos personas van a una cita a ciegas en el mundo de la realidad virtual, y "Kitchen Little" de Tastemade, donde un niño le explica una receta a un chef y las cosas "no siempre salen como estaban planeadas".
Mark Zuckerberg, el director ejecutivo de Facebook, explicó por qué la compañía está tratando de entrar en un mercado saturado de videos en línea que se extiende desde Netflix hasta Snap.
"Creemos que es posible reconsiderar un montón de experiencias desde el punto de vista de forjar comunidades, incluyendo ver videos", dijo Zuckerberg.
"Ver un programa no tiene que ser algo pasivo. Puede ser una oportunidad para compartir una experiencia y reunir a personas a quienes les importan las mismas cosas".
Las compañías editoras están ansiosas de hacer experimentos en la nueva plataforma de Facebook con la esperanza de que amplíe su alcance a una mayor porción de los 2 mil millones de usuarios de la red social, y que incluso les permita hacer dinero; Facebook ha acordado compartir los ingresos publicitarios, pagando el 55 por ciento de los ingresos de las pausas publicitarias en los videos a la editora.
Troy Young —el presidente de publicaciones digitales en Hearst Magazines, la cual ha sido una propulsora de las nuevas plataformas de video incluyendo la de Snapchat, Discover— describió la estrategia como "un gran cambio para la industria y para Facebook" que ayudará a moldear una nueva forma de contenido de entretenimiento en serie y de forma corta.
"Lo que es genial es que les están pagando a los creadores de contenido", agregó Young. "Cada compañía editorial ha experimentado dificultades con los videos. Los usuarios los quieren, los anunciantes los quieren, pero las editoras no tienen herramientas para monetizarlos. Facebook está diciendo 'lo entendemos, vamos a pagar una pequeña cantidad de dinero para echar a andar una serie y compartir el éxito si funciona'".
La plataforma Watch también pudiera ayudar a los editores a escapar de la tiranía del "feed de noticias", donde los usuarios sólo encontrarán los videos si la gente los comparte o si el usuario regularmente 'consume' contenido de esa página. Ahora los usuarios podrán agregar una serie a su lista de Watch para que se les presente consistentemente.
La revista The Atlantic está creando dos series para la plataforma, una sobre nuevos descubrimientos en el reino animal y otra sobre la verdad detrás de los errores enseñados en las aulas estadounidenses.
"En el servicio de trasmisión de Facebook, tú sigues marcas", dijo Kim Lau, la vicepresidenta sénior de asuntos digitales para The Atlantic. "Una gran diferencia en Watch es querer impulsar el comportamiento repetido por parte de los usuarios que están en busca de programas. Estamos entusiasmados con Watch porque nos brinda la oportunidad de pensar en desarrollar contenido específicamente para este tipo de uso y específicamente para esta plataforma".
Facebook ha estado ampliando la cantidad de videos en el servicio de transmisión de noticias, ya que los teléfonos inteligentes y las redes de telecomunicaciones han podido ajustarse a que la gente vea fragmentos en la parada del autobús. Con Watch, Facebook espera expandir aún más la cantidad de tiempo que la gente pasa en la aplicación y el número de anuncios de video de mayor precio que pueda ofrecerles.
"Existe un cambio masivo del consumo de vídeo hacia los celulares, así es que creo que existe una gran oportunidad para captar participación en un mercado que está experimentando un rápido crecimiento", comentó Rich Greenfield, un analista de BTIG.
Greenfield agregó que "parece mucho más como un ataque directo a YouTube que a Netflix".
Financial Times