Uno de los grandes retos que actualmente enfrentan las empresas es lograr que tres generaciones completamente diferentes trabajen juntos y tengan buenos resultados.
El primer paso, que es fundamental como líder de un equipo así, es entender y aceptar que son muy diferentes, que deben ser tratados con distintas estrategias, afirma Raciel Sosa, experto en liderazgo y desarrollo humano, fundador de Leadex Solutions.
"Lo primero que debemos transmitir a este equipo es que todos tienen el mismo propósito y usar esto como base de la relación, nos diferenciamos en el método pero queremos lo mismo, que la empresa sea exitosa", señaló en entrevista con El Financiero.
Cada generación tiene una particularidad y sus funciones deben ser acorde a ella para que tenga una buena productividad.
Nacidos entre 1945 y 1964
Son autoritarios, es una generación que ama el control, aprendieron que para tener éxito laboral es importante un alto nivel de eficiencia, controlar los procesos, el desempeño de la gente, los recursos. “Eso no cambia y es algo bueno para una empresa, solo hay que canalizarlos”, explica Sosa.
Nacidos entre 1981 y 2000
Son la otra cara de la moneda, su bandera es la innovación y la libertad. “Son muy creativos, todo lo quieren resolver con una app, aprenden a hacer prototipos, nuevas formas de hacer las cosas, procesos y modelos de negocio. Eso es algo que una empresa puede capitalizar con gran éxito”, señala el experto.
Nacidos entre 1965 y 1980
Es la 'generación vínculo'. Gobiernan al mundo, los jefes de estado, CEOs de compañías pertenecen a la Generación X. "La gran valía de esta generación en las empresas es que son lo suficientemente maduros para entender a los Baby Boomers porque fueron educados por ellos y por otro lado se comunican muy bien con los Millennials, los entienden. Por eso son una generación puente", afirma Raciel Sosa.
El especialista asegura que el líder de un equipo tan contrastante debe ser camaleónico, debe tener la capacidad de cambiar su estilo de liderazgo al nivel de la persona que tiene enfrente para que su instrucción o mensaje sea bien recibido.
"Hoy más que nunca los jefes deben entender a la persona que ejecuta; cuando lo entiendes puedes armonizar. La tarea es la misma para los tres pero el método es la diferencia, por eso es importante aprender habilidades de liderazgo situacional. Flexibilidad y autocracia en una misma situación", concluyó.