Los títulos de empresas de grupos financieros que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no registraron movimientos atípicos o ajenos al mercado del 26 de abril a la fecha, a pesar del ciberataque en el que se registró el robo de hasta 500 millones de pesos de distintas instituciones.
En promedio, los títulos de las instituciones bancarias cayeron 3.6 por ciento en dicho periodo, una cifra incluso menor que el 5.2 por ciento registrado por el Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMV IPC) en el mismo periodo.
En dicho lapso, Banco del Bajío y Grupo Financiero Inbursa tuvieron los mayores descensos de 7.6 y 6.3 por ciento, respectivamente. Por otro lado, Invex y Grupo Financiero Interacciones registraron los movimientos más moderados, con variaciones de 0.0 y una reducción de apenas 0.5 por ciento, en cada caso. Banco Santander, Gentera, Grupo Financiero Banorte, Corporativo GBM y Monex, tuvieron movimientos similares a los del IPC.
Al respecto, analistas financieros coinciden en que no habría grandes repercusiones.
"No creo que vaya a tener un impacto económico en los resultados de los bancos por los montos que se están manejando en los medios, además que los bancos cuentan con seguros para estos temas", comentó en entrevista con El Financiero, Jorge Benítez, analista senior de bancos de GBM.
"Al momento de computar los índices de capitalización los bancos están cubriendo riesgos de operación no esperados y al día de hoy todos las instituciones cuentan con mayores indicadores de capital que la regulación local y recomendaciones de Basilea".
Enrique Mendoza, analista senior de Actinver, coincidió.
"Con la información con la que contamos, creo que no hay razones para pensar que habría un impacto material en los resultados ni de corto ni de largo plazo, no veo motivo para que se convierta en un problema para las emisoras", comentó en entrevista telefónica.
Cuestión de reputación
Zulema Jureidini, consultora en comunicación en prevención de riesgo a la reputación financiera y ciberseguridad, aseguró que las repercusiones sólo podrían venir en temas de reputación para los bancos, luego de que el acontecimiento trascendió en los medios de comunicación y así llegó a los usuarios, no a través de las instituciones.
"Solo si esto sucediera (una represalia de los clientes) traería un importante desprestigio para el sector que podría impactar en términos bursátiles", señaló la especialista, quien también es miembro de la International Association of Financial Crimes Investigators (IAFCI).
Los bancos, señaló, como una práctica de control, primero hacen una investigación interna para saber si es un riesgo tecnológico, si es un hackeo interno o externo o si es una vulnerabilidad de los proveedores. Cuando se identifica, se alerta y se tiene la obligación de avisar a la CNBV.