La decisión del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto en Texcoco puede ser un desastre para inversionistas y accionistas en bonos.
La suspensión de la terminal aérea de 13 mil millones de dólares abre la puerta a que exista un incumplimiento, dando lugar a una amortización obligatoria de todos los bonos circulantes, explicó Michael Fitzgerald, presidente de la unidad latinoamericana del bufete de abogados Paul Hastings.
Fitzgerald fue parte del equipo de asesores legales para los suscriptores en varias de las ofertas de esos bonos.
Los 6 mil millones de dólares en bonos del nuevo aeropuerto cayeron tras el anuncio hecho el lunes por el mandatario electo de que la obra no se continuaría.
En su lugar, el exjefe de Gobierno dijo que se optará por construir la opción elegida por los votantes en la consulta ciudadana hecha la semana pasada: la construcción de dos pistas en la base militar de Santa Lucía y la remodelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el de Toluca.
Los rendimientos de los bonos con vencimiento en 2047 subieron 33 puntos base esta semana, llegando a un máximo histórico.
Además, este miércoles vence un pago de intereses de 21 millones millones de dólares en bonos con vencimiento en 2026.
Otro aspecto que podría verse afectado por la cancelación del proyecto son los mil 600 millones de dólares del instrumento conocido como Fibra E, un híbrido entre una sociedad limitada maestra y un fideicomiso de inversión inmobiliaria
Mientras que los valores tienen una tasa de interés estipulada como los bonos, también son valores híbridos con un componente de capital cuyo valor disminuiría drásticamente si no hay un nuevo aeropuerto que lo sustente, explicó Michael Fitzgerald.
"La cancelación del nuevo aeropuerto probablemente tendrá un efecto desastroso sobre el valor de los bonos y los instrumentos Fibra E", dijo.
"Ninguno de los inversionistas en el nuevo aeropuerto contaba con esta cancelación".
El gobierno entrante aseguró que negociará con los tenedores de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y no pedirá la condonación del capital.
Julio Scherer, quien fue designado como el consejero jurídico de López Obrador, explicó que el calendario de pago para los bonos todavía no se ha definido.
"Tenemos que ver cuál es la cifra que tendremos que enfrentar durante el próximo año", explicó en entrevista con El Financiero Bloomberg, cuando se le preguntó cuál sería el costo final de la cancelación del proyecto.
Un representante del grupo de aeropuertos de Ciudad de México no respondió a una solicitud de comentarios.