Chesapeake Energy, el segundo mayor productor de gas natural en los Estados Unidos, se convirtió en la última víctima de los bajos precios del crudo, al ver caer durante la jornada sus acciones en más de un 50 por ciento tras los rumores que apuntaban que la compañía podría haber contratado a un bufete de abogados especializados en reestructuraciones de deuda.
En sus cotizaciones en el índice S&P 500, los papeles de la compañía se hunden 34.64 por ciento a 1.06 dólares por acción, su peor caída desde su debut en 1993.
En las operaciones de apertura, la emisora llegó a desplomarse a un nivel récord de 51 por ciento después de que Debtwire presentara sus planes de reestructuración de la firma, aunque descartó buscar la protección por bancarrota como parte de la estrategia.
Asimismo, Kirkland & Ellis LLP que ha servido como uno de los abogados de Chesapeake desde 2010, sigue recomendando a la empresa, ya que busca fortalecer aún más su balance tras su reciente canje de deuda.
Actualmente, la empresa enfrenta una carga de deuda ocho veces mayor que su valor de mercado, Chesapeake ha estado cancelando proyectos de perforación, recorte de su plantilla y el cierre de oficinas para disminuir la velocidad a la que se negocia el dinero en efectivo.
El gas, que representa alrededor del 80 por ciento de la producción de Chesapeake, tiene un promedio de alrededor de 2.56 millones de unidades térmicas británicas durante el último año, un 38 por ciento más respecto al año anterior.
Chesapeake es el último perforador de esquisto de Estados Unidos en unirse al colapso como un exceso de perforación de gas y crudo, lo que hace someter a las empresas cada vez más a evitar la insolvencia.
La firma tiene programado para revelar sus resultados en el cuarto trimestre y de 2015 el 24 de febrero.
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