Los mercados financieros nacionales seguirán en relativa calma en las próximas semanas; sin embargo, su complacencia tras las elecciones presidenciales durará mientras se aproxima el 1 de septiembre y entre el nuevo Congreso mexicano, advirtieron analistas económicos.
"Entre las fechas clave en lo que resta del año está el inicio del nuevo Congreso el próximo 1 de septiembre; la toma de posesión del nuevo presidente el 1 de diciembre, así como el paquete presupuestal 2019, que se presentará en el último mes del año", adelantó Delia Paredes, directora ejecutiva de Análisis Económico de Banorte-Ixe.
Una vez que Andrés Manuel López Obrador sea declarado presidente electo, comenzará oficialmente la transición, preparando el programa económico para el 2019, que incluye los Criterios Generales de Política Económica, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos, que deberán enviar al Congreso antes del 15 de diciembre, poco después de la toma de posesión del presidente.
De acuerdo con Inversiones Sura Asset Management México, las próximas semanas serán de relativa calma; se espera lateralidad en la curva nominal y real; un dólar fluctuando entre 19 y 19.50, y una Bolsa Mexicana de Valores todavía recuperándose de los niveles muy bajos vistos en mayo.
"Sin embargo, este panorama se quebrará con la reanudación del ruido externo, asociado a las amenazas comerciales que la campaña electoral estadounidense con rumbo a sus elecciones intermedias de noviembre retomará, e interno, con la discusión del Paquete Económico de 2019", previó Sura.
PESO, EL TERMÓMETRO
Para Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, el mercado cambiario es el principal termómetro del sentimiento del mercado.
"El mercado cambiario seguirá pendiente de cualquier comentario o noticias del virtual presidente electo y su equipo económico. La moneda mexicana sigue beneficiada por el optimismo en torno a los mensajes conciliadores en materia económica por parte de AMLO y su equipo económico", destacó.
"Sin embargo, el peso no ha estado exento a que por momentos registre tomas de utilidades y que siga muy dependiente de temas del exterior, como las medidas proteccionistas de Donald Trump y datos económicos en Estados Unidos, en particular la inflación", agregó Gordillo.
A pesar del buen ánimo sobre la próxima administración, los retos y riesgos económicos del país son altos, señaló.
El desafío, opinó Gordillo, es tener un crecimiento económico más alto al que se ha registrado en los últimos tres sexenios y mantener sólido el consumo privado, sin poner en riesgo la estabilidad de los fundamentos económicos, regidos por la inflación, finanzas públicas sanas, deuda y calificación de deuda.
"La capacidad del nuevo presidente de México para sostener el crecimiento del PIB y la estabilidad, al mismo tiempo que cumple otros objetivos de políticas, ayudará a determinar la trayectoria de las calificaciones crediticias del soberano", destacó Joydeep Mukherji, analista de calificaciones soberanas de S&P.