Los principales índices bursátiles de China arrancaron la jornada del viernes con ganancias, después de que Beijing desactivara un mecanismo automático de suspensión de operaciones al que se culpó de exacerbar las caídas del mercado esta semana.
No obstante, fue cuestión de minutos para que iniciara la ola vendedora y regresaran a terreno negativo.
El índice CSI300 subía un 1.98 por ciento a las 9:55 horas locales (19:55 en México), mientras que el índice compuesto de Shanghai ganaba un 1.79 por ciento.
Diez minutos después, el primero caía 0.91 por ciento y el segundo perdía 1.46 por ciento.
El CSI300 había perdido cerca de un 12 por ciento en lo que va del 2016, cediendo todas las ganancias que obtuvo en el 2015 y remeciendo a los mercados financieros globales.
Los mercados chinos han sido sacudidos por la convergencia de eventos negativos, incluidos débiles datos económicos, preocupaciones sobre las ventas pendientes de acciones por parte de grandes inversores y la reciente fuerte depreciación del yuan por parte del banco central.
Algunos analistas de mercado culparon al mecanismo de suspensión de operaciones, diseñado para limitar la volatilidad por los cambios en la confianza y proteger a los inversores, de agravar inadvertidamente la ansiedad y acelerar la ola liquidadora.