A pesar de las pérdidas registradas durante la semana pasada, el peso mexicano se encuentra todavía a la cabeza en los rendimientos de monedas emergentes en lo que va de 2018. Sin embargo, los inversionistas esperan un fuerte descenso cerca de la fecha de las elecciones, en las que Andrés Manuel López Obrador lidera las encuestas.
La volatilidad implícita a seis meses del peso, calculada a través del mercado de opciones, subió el 2 de enero por encima del 16 por ciento desde alrededor del 14 por ciento a fines de diciembre. Una situación casi idéntica ocurrió el 2 de abril, cuando la volatilidad implícita a tres meses aumentó de alrededor del 12 por ciento, a más del 15 por ciento.
"AMLO ha estado a la cabeza durante mucho tiempo", dijo Alvise Marino, estratega de divisas de Credit Suisse en Nueva York. "Los mercados no se asustan hasta que puedas ver el evento". La mayoría de las proyecciones del peso estiman que la moneda se debilitará hacia 19 pesos por dólar para el final del segundo trimestre, justo a tiempo para las elecciones del 1 de julio.
Para Marino, el hecho de que las opciones de reversión de riesgo a tres meses estén fijando el precio a favor de las opciones de compra dólar-peso sobre las opciones de venta, es una señal de que los inversionistas esperan una depreciación significativa del peso cerca de la fecha de las elecciones.
Es común ver un aumento de la volatilidad de las divisas antes de las elecciones, especialmente cuando los inversores claramente favorecen a un candidato promercado. Sin embargo, tales aumentos repentinos raramente ocurren tantos meses antes del día de la elección, en México o en cualquier parte.
Durante el ciclo de elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, cuando el peso subía o bajaba ante las encuestas de Donald Trump, la volatilidad del peso solo se disparó significativamente en septiembre y octubre, dos meses antes de la votación. Los mercados en Sudáfrica solo comenzaron a reaccionar un mes antes de la elección del presidente del Congreso Nacional Africano en diciembre de 2017.
En México, la volatilidad está aumentando por una razón muy específica. Todo tiene que ver con López Obrador, dijo Claudia Ceja, analista de BBVA en la Ciudad de México. El candidato lidera el rastreador de encuestas de Bloomberg con un 47 por ciento, 21 puntos porcentuales por encima del segundo lugar, Ricardo Anaya.
Durante la campaña, López Obrador ha presentado propuestas populistas, incluida reducir la participación extranjera en el sector energético de México y el aumento del gasto social. La semana pasada propuso un congelamiento de tres años en los precios del combustible, a pesar de que también ha mostrado algunas señales de moderación.
Las alzas fueron menos pronunciadas durante las recientes elecciones, dijo Ceja en una entrevista. "Pero en 2012, el líder era Enrique Peña Nieto", quien era considerado favorable al mercado.
Incluso si el peso cae tanto como se espera, las perspectivas económicas de México son lo suficientemente sólidas como para que haya un repunte de la moneda, dijo el estratega de Wells Fargo, Erik Nelson.
"Creemos que habrá cambios mínimos en el marco general de políticas en México después de las elecciones, y que los indicadores fundamentales de México se mantendrán bastante sólidos", comentó Nelson.