México fue una de las economías emergentes que tuvo un 2016 complicado en la acumulación de reservas internacionales, pues, desde mediados de ese año, las ventas de dólares por parte del Banco de México para defender al peso y los ingresos por petróleo hicieron que las reservas se redujeran en siete mil millones de dólares.
Al cierre de 2016, las reservas internacionales del país apenas crecieron en 400 millones de dólares respecto al cierre de 2015, para colocarse en 178 mil 62 millones de dólares, es decir, ni uno por ciento de incremento.
En contraste, economías latinoamericanas como Brasil, Perú, Chile, Panamá e incluso Argentina lograron fortalecer sus reservas internacionales el año pasado. Éste último ingresó a las arcas más de 13 mil millones de dólares.
Otros países emergentes, como República Checa y Polonia acumularon 21 y 20 mil millones de dólares, respectivamente, mientras que Indonesia y Tailandia aumentaron las reservas en 10 mil millones de dólares.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) destacó que la disminución de los ingresos por exportaciones de petróleo de México se reflejó en el menor aporte de Pemex a las reservas del país.
"Es muy claro que la disminución del precio del hidrocarburo y la merma de la plataforma de exportación se han combinado para que este sector esté perdiendo fuerza en lo que se refiere a su aporte a las reservas internacionales", dijo.
A pesar de ello, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), México es el segundo país del continente americano con mayores reservas, sólo por debajo de Brasil, que hasta enero de este año alcanzó un saldo en reservas de 365 mil millones de dólares.
De 2015 a 2016 Brasil acumuló en sus arcas cerca de nueve mil millones de dólares. El Banco Central de Brasil utilizó operaciones de mercado abierto para fortalecer a su moneda en medio de la sacudida económica y financiera de aquellos años.