SAO PAULO, BRASIL.- El real brasileño hiló su quina jornada de pérdidas frente al dólar , luego de la publicación de sólidas cifras del mercado laboral de Estados Unidos en febrero, lo que refuerza las expectativas de una alza en las tasas de interés en ese país.
Al cierre de operaciones, la moneda brasileña cedió 1.42 por ciento, a 3.051 reales para la compra y a 3.053 para la venta.
En la semana, la denominación brasileña se devaluó 6.89 por ciento respecto a la divisa estadounidense, que el jueves alcanzó la marca de los 3.0115 unidades por dólar (su cotización más baja en 11 años) tras cotizar entre 2.9798 y 3.0231 unidades durante la sesión.
Actualmente, los incrementos de costos de los últimos años por encima de los precios de venta y la productividad generaron un combo explosivo que hizo que la competitividad de la industria argentina esté fuertemente deteriorada, y mucho más la de aquellos sectores que exportan a Brasil o que compiten internamente con productos brasileños importados.
Tanto es así que el nivel actual de tipo de cambio bilateral es el más bajo desde finales de 2001, "lo que revela el elevado riesgo que corren las ramas industriales expuestas a la competencia brasileña o dependientes de ese mercado", consignó un informe de la consultora Finsoport sobre la pérdida de competitividad con el principal socio.
Este escenario se empeoró ayer, cuando el real volvió a devaluarse (2.4 por ciento) y tocó las tres unidades por dólar, el valor más alto en 10 años. Ello genera mayor presión sobre el sector exportador argentino y más dificultades para que la industria local se recupere.
En Estados Unidos, el crecimiento del empleo se aceleró en febrero y la tasa de desocupación bajó al mínimo en más de seis años y medio, a 5.5 por ciento, en nuevas señales que podrían alentar a la Reserva Federal a considerar una subida de tasas de interés en junio.
El dólar avanzó el viernes a un máximo de 11 años y medio contra una canasta de importantes monedas.
En América Latina, también operaban a la baja el peso mexicano, el peso chileno y el colombiano.
Esta semana la moneda brasileña se debilitó más allá de la barrera psicológica de las 3 unidades por dólar, luego de que un plan de austeridad que presentó el Gobierno brasileño fue rechazado en el Senado, en un revés político para la mandataria Dilma Rousseff.
Antes de la publicación de los datos del empleo en Estados Unidos el real se apreciaba. Algunos operadores especulaban que el Banco Central podría aumentar el ritmo de intervención en el mercado cambiario para suavizar el impacto de la depreciación de la moneda.
Más temprano el viernes, datos oficiales mostraron que en febrero la inflación de Brasil alcanzó su máxima aceleración en casi 10 años.
Mercados