¿Por qué podría ser ‘bueno’ el retraso de la BIVA?

Arrancar un proyecto tan complejo e importante como una nueva bolsa de valores requiere de pruebas de conectividad, de operatividad y de un estricto seguimiento a nuevos manuales para que opere de manera robusta y sin riesgos, por lo que fue necesaria la ampliación de los plazos para que la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) inicie operaciones, explicó José Méndez Fabre, presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB).

"Las fechas son las que vemos ahorita en conjunto con las autoridades, en conjunto con las bolsas, para que esto salga de una manera robusta; para que salga de una manera segura, de una manera ordenada y no poner en riesgo al mercado bursátil. Este nuevo periodo (hasta julio) incluye una cantidad enorme de pruebas que se tendrá que hacer para que se prueben los sistemas.

El directivo señaló que es necesario hacer una serie de modificaciones en materia de operatividad y conectividad para arrancar operaciones con la nueva bolsa. La fecha inicial era el 23 de marzo, pero se cambió al 23 de julio.

"Esto ocurre también en otras partes del mundo. Es un retraso por la coordinación de todo lo que tiene que ocurrir para que todo funcione bien con una segunda bolsa en México", comentó.

Sin embargo, no se puede saber hasta que se revise todo esto juntos, si se requerirá de más tiempo y eso lo estudiarán los intermediarios con las bolsas y con la autoridad.

También se cambió a esa misma fecha, que da la CNBV, para que los contratos entre las casas de bolsa y las bolsas estén firmados. Antes no había un contrato entre los intermediarios y la Bolsa, ahora sí habrá, destacó.

Actualmente, hay un par de casas de bolsa que no están conectadas directamente con la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), esto no nada más es por BIVA, ya que algunas lo decidieron por su modelo de negocio y los costos.

"Aún no sabemos cuántas se conectarán directamente y otras mediante otro intermediario", señaló el directivo.