Las renovadas preocupaciones sobre un exceso de oferta y el debilitamiento de la demanda acentuadas por el dato de la economía de China e indicios de que las exportaciones saudíes están disminuyendo, arrastraron a los precios del petróleo que extendieron las pérdidas de sesiones anteriores.
En el International Exchange Futures (ICE) el contrato del Brent para entrega en diciembre perdió el terreno que avanzó la semana pasada, cuando había logrado rebasar al alza la barrera de 50 dólares.
El barril de crudo cerró en 48.60 dólares, es decir 3.8 por ciento menos que al cierre de la sesión anterior cuando finalizó en 50.51 dólares.
Por su parte, el crudo WTI para entrega en noviembre, que expira mañana, cayó 2.9 por ciento para ubicarse en 45.89 dólares. En agosto los futuros tocaron un mínimo de seis años en 37.75 dólares por barril.
El crecimiento interanual del gigante asiático, el segundo consumidor mundial de crudo, cayó una décima durante la primera mitad del año, lastrado por el frenazo de la actividad industrial y la caída del comercio exterior.
Los temores a que ese escenario afecte a las importaciones de crudo desde Pekín contribuyeron a la nueva baja del precio del petróleo.
Por otra parte, datos oficiales mostraron que en agosto Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de crudo, envió 278 mil barriles al día menos que en el mes previo, lo que sugiere que la demanda por el crudo saudí está bajando frente a la saturación global.