¿Cuáles han sido tus peores errores financieros? Es probable que en la vida hayas tomado algunas decisiones que no fueron las mejores. Sin embargo, más allá del impacto del momento, lo importante es aprender de esos errores para no repetirlos en el futuro. Y este mismo principio aplica, también, para tus finanzas personales.
Algunos de los errores financieros más comunes parecen inofensivos, pero en conjunto pueden afectar seriamente tu cartera. De acuerdo con la última Encuesta de Inclusión Financiera, 60 por ciento de las mujeres y 67 por ciento de los hombres en México no llevan un registro de sus finanzas.
Además, al menos dos de cada tres personas en nuestro país no comparan sus productos o servicios antes de adquirirlos. De esta forma, algo en apariencia tan inocente como no llevar un registro de tus ingresos y tus gastos puede impedir que alcances tus objetivos financieros de corto, mediano o largo plazos.
Por esta razón, la Financiera Principal comparte algunos consejos para ayudarte a identificar los errores financieros más comunes. Así podrás solucionarlos y retomar el control de tu economía.
1. Llevar una vida que no puedes costear
Es posible que te veas tentado a llevar un estilo de vida que supera tu presupuesto, lo cual sólo te conducirá a un desastre financiero. Para evitar este error, ante todo hay que hacer un pequeño análisis de tus finanzas: cuánto percibes y cuánto puedes gastar y así ajustar tu nivel de vida a tu capacidad financiera. Muchas personas piensan en lo que "deben" comprar y ahorran lo que les sobra, cuando lo correcto es pensar primero en ahorrar y después en gastar lo restante. Esto te permitirá tener unas finanzas más sanas en el corto y mediano plazo.
2. No hacer ajustes a tiempo
Si acabas de tener un hijo o decidiste contratar un crédito hipotecario, necesitas ajustar tus gastos a tu nueva realidad financiera. Quizá estabas acostumbrado a gastar una cantidad fija de tu sueldo en diversiones y compras, pero de seguir haciéndolo no te alcanzará para las nuevas responsabilidades que adquiriste, y en unos meses llegarás a números rojos, evítalo recortando tu presupuesto de gastos. No se trata de no comprarte nada o de dejar de ir al cine, sino de seguir haciéndolo, pero contemplando tus nuevos compromisos y siempre tratando de no tocar tus ahorros de corto y mediano plazo, y, sobre todo, sin descuidar tu ahorro para el retiro.
3. Invertir sin ser asesorado
Ya hemos mencionado anteriormente que ahorrar debajo del colchón sólo hace que tu dinero pierda valor con el paso del tiempo debido a la inflación, y por eso hay personas que deciden invertir su dinero y muchas veces lo hacen sin asesorarse. Invertir es muy importante y no es difícil, pero cada inversión debe ser muy pensada para lograr tus objetivos. Por esto, nada mejor que acercarte con tu asesor financiero y evaluar cuál puede ser la mejor opción para tu caso.
4. Ayudar a los demás antes que a ti
Es normal que al ver a un familiar o amigo en una situación difícil quieras prestarle dinero, pero antes de hacerlo vale la pena pensar qué tanto afectaría a tus finanzas si esa persona no pudiera devolverte el dinero a tiempo. No sacrifiques el pago de tus deudas o el ahorro para tus vacaciones del año que entra. Seguramente hay otras formas de ayudar a alguien a salir adelante sin arriesgar su relación o tu economía.
5. Pensar que ganarás más en el futuro
Si estás empezando tu carrera profesional, es muy probable que en unos años tengas un mejor puesto y un mayor sueldo, pero eso no justifica gastar de forma excesiva y empezar a ahorrar hasta cumplir 40 años. Aunque llegues a ganar más, seguramente también necesitarás gastar más que ahora, y entonces seguirás postergando tus planes de ahorro, mejor destina mensualmente un porcentaje de tu sueldo a este rubro y esfuérzate por cumplirlo mes tras mes, incluso con aumentos o cambios de trabajo.
A veces, los desastres son sólo la suma de pequeños problemas que se dejan sin solución. En el ámbito financiero, este precepto se aplica también. Lo importante es, una vez identificados los errores que has estado cometiendo, poner manos a la obra para solucionarlos y, sobre todo, aprender de ellos para no volver a cometerlos. De esta forma, será posible que metas tu cartera "en cintura" y recuperes el control de tu economía, pero lo más importante es que podrás recuperar tu tranquilidad.