La práctica de contratar una empresa de outsourcing es vieja, pero en los últimos años ha proliferado y algunas empresas han abusado de ese esquema, causando una afectación a los trabajadores en el derecho de recibir utilidades, el cual se establece en la Ley Federal del Trabajo (LFT).
Para reducir las cargas fiscales y no pagar la Participación de los Trabajadores en Utilidades (PTU), las compañías contratan los servicios de empresas de outsourcing, cuya única misión es administrar el personal, es decir, la firma tendrá la operación del negocio y la infraestructura, pero el personal será de la empresa terciaria.
Contadores consultados estimaron que como resultado de esta práctica el trabajador puede recibir hasta 90 por ciento menos de PTU.
El esquema funciona así: en una empresa está la operación y genera las utilidades, pues es la que vende bienes o servicios y recibe ganancias por ello; y la empresa de outsourcing es la que presta el servicio de personal.
Entre las dos compañías hay un contrato de suministro de personal, en esta relación la terciaria cobra a la empresa una comisión por administrar el personal, y esa comisión es la que genera las utilidades, explicó Agustín Durán, integrante de la Comisión Fiscal 3 del Colegio de Contadores Públicos de México.
Toma en cuenta:
Las compañías contratan los servicios de empresas de outsourcing, con la misión de administrar el personal, es decir, la firma tendrá la operación del negocio y la infraestructura, pero el personal será de la empresa terciaria.
Si recibes e-mails de la empresa, un coche, una computadora y si prestas tus servicios en el domicilio de la empresa, eso es evidencia que se puede aportar para acreditar una relación laboral y demandar ante las autoridades la verdadera utilidad que generó la empresa.
"Ahí es donde se diluye la carga fiscal y la laboral como es el caso del PTU, porque se va a cobrar a la empresa operativa un margen muy pequeño precisamente por la prestación de suministro de personal, y como esa utilidad es pequeña, sobre la misma es que se determina el reparto de utilidades", expuso.
Con este esquema, la empresa que traslada su personal a una outsourcing, paga una comisión de cinco o seis por ciento sobre el total de las contraprestaciones, por lo que el monto que resulte de esa comisión es el que se repartirá entre todos los trabajadores, agregó.
Héctor Márquez, director Comercial y de Relaciones Institucionales de ManpowerGroup, señaló que a pesar de la reforma laboral de 2012 que reguló el outsourcing, persiste la "simulación" de algunas empresas, porque no cumplen con el pago de impuestos y derechos laborales como marcan las leyes.
¿Qué hago como trabajador?
Durán dijo que los trabajadores pueden demandar su reparto de utilidades o poner quejas ante la Secretaría del Trabajo y el SAT si, a pesar de estar contratados por una outsourcing, reciben instrucciones y herramientas de trabajo por parte de la empresa operativa.