Si eres profesionista o estudiante y buscas ahorrar para un curso de idiomas en el extranjero, te damos las siguientes opciones.
Una es pagarlo con un crédito a meses sin intereses con tu tarjeta o con un financiamiento educativo con Education First, empresa que gestiona viajes a diversas instituciones del mundo.
"Más allá de un plan de estrategia de ahorro, también es muy importante tener claro que hay herramientas que nos permiten tomar la decisión, aunque no tengamos el dinero "líquido", como son los 'meses sin intereses' con tarjetas de crédito o con un financiamiento educativo con la empresa con la que trabajamos", dijo Tannia Domenzain, directora de Marketing.
Los préstamos que otorga Education First, en colaboración con Laudex, aplican tasas que van del 14.9 al 21 por ciento, dependiendo de la duración y del tipo de curso que elijas.
Los créditos pueden pagarse hasta tres años después de que regreses de tu viaje estudiantil.
"La mayoría de la gente se va por el plan tradicional, donde los pasos para pagar son: una inscripción de 245 dólares, 10 días después cubres el 20 por ciento de tu curso, y de ahí tienes la libertad de decidir cómo pagar considerando que tienes hasta 60 días antes de que comience tu curso para liquidarlo", explicó.
El costo de los cursos fluctúa de mil a 18 mil dólares, dependiendo del periodo de la estadía, que puede ser de dos semanas hasta 11 meses.
Con este pago, las comidas y el alojamiento estarán cubiertos.
Otra opción es ahorrar.
Uno de los convenios que Education First realizó para apoyar a los estudiantes en materia de ahorro es con la app PIGGO, plataforma de Grupo Bursátil Mexicano, con la que puedes enlazar tu tarjeta de débito y de manera automática recaudan mensualmente por ti el monto necesario para alcanzar tu objetivo.
"Vas creando tu fondo con lo que ahorres cada mes", dijo Domenzain.
La especialista agregó que generalmente el público meta son jóvenes de entre 17 y 22 años que estudian la universidad o la preparatoria, y de profesionistas de más de 25 años, para los que, aseguró, hay recomendaciones sobre cuándo comenzar a pagar el curso.
"Cuando estamos hablando de profesionales cuesta un poco más de trabajo porque no sabemos en dónde vamos a estar parados en un año, entonces yo recomendaría empezar a pagar en un máximo de seis meses; sería muy bueno", comentó.
En el caso de los padres de familia que pagan el curso a sus hijos, Domenzain dijo que lo más común es hacerlo con un año de anticipación, para tener certeza de la disponibilidad.