El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (EU), Paul Ryan, impuso el próximo 17 de mayo como fecha límite para que la administración de Donald Trump entregue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o NAFTA, por sus siglas en inglés, al Congreso, si es que el presidente quiere una votación sobre un nuevo acuerdo en 2018.
Lo que pudiera parecer un desplante enérgico y profesional de este funcionario, es simplemente – y afortunadamente-, un formato de preparación para indicar que si habrá "humo blanco" para el TLCAN/ NAFTA ese día -mayo 17-, de otra forma no se arriesgaría a presionar a la administración a la que ha sido incondicional, aún al precio del desprestigio de nunca haber sido imparcial en tan importante posición de la que se retirara en breve, después de haber cooperado al desmantelamiento del ObamaCare y haber bloqueado cualquier propuesta para resolver el aspecto humanitario de los "dreamers"- DACA-.
Conscientes del periodo legislativo de EU y de la Autoridad de Promoción Comercial, - TPA por sus siglas en Inglés-, que es la autorización o poder que otorga al Presidente Trump para aprobar vía "Fast Track" acuerdos y tratados comerciales, -los principales funcionarios de comercio de Canadá, EU y México estuvieron varados toda la semana en Washington, D.C. sin poder llegar a un acuerdo definitivo. Pero el representante comercial de EU emitió un comunicado la tarde del viernes que puede indicar la real probabilidad de llegar a algún tipo de acuerdo para la fecha límite impuesta por Ryan.
Robert Lighthizer, el representante comercial calificó el TLCAN/NAFTA actual como un "acuerdo comercial gravemente defectuoso" en la declaración. Dijo que los tres países trabajarán "para lograr los avances necesarios". Algunos de los puntos conflictivos que espera alcanzar incluyen desacuerdos sobre una cláusula de extinción y porcentajes de reglas de origen, según los miembros del Congreso.
El ministro de Economía de México, Ildefonso Guajardo, dijo a la prensa: "Tengo que dejar muy en claro la calidad del acuerdo y –fue contundente- su equilibrio debe mantenerse "; haciendo notar que no por las prisas se sacrificarían conceptos esenciales del nuevo tratado.
La razón por la que Ryan impusiera una fecha límite, - el 17 de Mayo-, fue porque esa es la única forma en que el Congreso puede votar el posible nuevo acuerdo antes de que finalicen sus sesiones de este año, ya que las elecciones intermedias están encima, y al mismo Ryan se le acaba su término.
Si la Administración notifica al Congreso, dentro del plazo impuesto por Ryan, comenzará a correr el término de 180 días para firmar el nuevo TLCAN/NAFTA 2.0, entonces la administración Trump deberá divulgar el texto del acuerdo 60 días antes de su firma.
Si se llega a algún tipo de acuerdo la próxima semana, los miembros del Congreso cuestionaron qué recibirán de la administración Trump, dado que TPA no requiere una versión del texto completo. El legislador Federal de EU, Henry Cuellar expresó a reporteros: "¿Nos darán un TLCAN hecho completamente donde podamos ver detalles? ¿O nos darán algún acuerdo en principio? ¿Cómo podremos votar sobre algo donde no tenemos los detalles?"
Esta es la misma situación que alertó, cuando Paul Ryan pedía votar sobre un fallido plan para cancelar el Obamacare, donde los demócratas pudieron salvar al menos en parte el sistema de salud heredado.
Cuellar, que representa una importante porción de las fronteras de Texas y la ciudad de San Antonio sabe que el TLCAN/NAFTA es básico para el equilibrio económico de la región y los demás legisladores texanos, incluyendo los senadores republicanos han apoyado un nuevo TLC "renovado y adecuado al siglo XXI".
Por otro lado, las autoridades de las ciudades y regiones fronterizas del Sur de Texas, mantienen sus inversiones en infraestructura para incrementar el comercio internacional con México cualquiera que sea el resultado de las negociaciones del tratado.
"México es un importante socio para Laredo y todo Texas, y haremos todo lo necesario para incrementar un sano comercio internacional", dijo en marzo pasado Pete Sáenz, Alcalde de Laredo, Texas en un viaje de promoción a Washington, D.C. donde se defendió el NAFTA/TLCAN y se buscó mantener vallas tecnológicas en vez de muros, propuestos por la propia administración Trump.
Esperamos que su clamor haya sido escuchado.
El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.
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