Cuando se trata de la inmigración, hay algunas disposiciones que deben ser modificadas o derogadas con el fin de asegurarse de que todos son tratados por igual y con respeto.
La Ley de Ajuste Cubano de 1966, una reliquia de la Guerra Fría, es una prestación que debe ser eliminada. Sin embargo, el Congreso no ha tenido éxito en aprobar una reforma de inmigración recientemente. Y con este ser un año de elecciones presidenciales, no parece que va a suceder en el corto plazo.
En noviembre pasado, llevé a cabo una conferencia con agencias gubernamentales sobre el número de inmigrantes cubanos que cruzaron por la frontera entre 2014 y el 2015. El Departamento de Seguridad Nacional estaba demorando en publicar la información. Una vez que recibí el informe, rápidamente percibí que había un problema.
Durante los años fiscales de 2014 y 2015, más de 67 mil 400 cubanos entraron a Estados Unidos (EU) a través de nuestra frontera sur con México, con cerca de dos tercios de ellos, alrededor de 44 mil, ingresando por mi ciudad natal, Laredo, Texas.
Un número masivo de migrantes cruzaban, y la mayoría de nosotros no teníamos ni idea. Esto fue increíble.
Con la noticia acerca de cómo Washington y La Habana planean normalizar las relaciones, muchos cubanos temen que su trato preferencial de inmigrante pueda llegar a su fin, lo que desató otro éxodo masivo de emigrantes de la isla-nación hacia EU.
En diciembre pasado, viajé con la Congresista Kay Granger, presidente del Subcomité de Asignaciones y Operaciones Exteriores de la Casa del Estado a las poblaciones costarricenses de Peñas Blancas y La Cruz, en la frontera con Nicaragua, para constatar que los grupos de inmigrantes cubanos, unos 8 mil de ellos, habían quedado varados en Costa Rica, después que Nicaragua cerró fronteras a cubanos desde el 15 de noviembre. Los cubanos habían volado a Ecuador, donde no se requiere tener visas para ingresar, y se abrieron paso hasta México antes de ser bloqueados en Costa Rica. Su destino final era EU, principalmente el puerto de Laredo.
Por ello, un programa piloto se estableció entre los países centroamericanos para permitir que los cubanos varados para volar desde Costa Rica a El Salvador, y continuarían en México para, finalmente, llegar a EU a través de tierra o aire. El primero de 180 de los migrantes cubanos que estaban varados en Costa Rica llegó a Laredo el viernes (15) pasado.
Mientras que en Costa Rica, pregunté a los migrantes y a mí mismo, por qué estaban realizando un viaje tan arduo y riesgoso para llegar a EU; a diferencia de sus vecinos de América Central y México en América Latina, sobre todo si la mayoría de los cubanos no están huyendo de la violencia de pandillas extrema o temiendo por sus vidas.
Un grupo de médicos cubanos en Costa Rica me dijo que, si bien no estaban huyendo, la Ley de Ajuste Cubano de 1966 de EU les garantizaba la entrada por vía rápida y por tierra a la ciudadanía estadounidense, si tocan el suelo estadounidense.
Piense en eso por un momento. Ningún otro refugiado o grupo migratorio de cualquier otro lugar en el mundo tienen este privilegio.
Para ponerlo en contexto, represento parte del Valle del Río Grande, que ha sido el epicentro de la inmigración ilegal procedente de Honduras, El Salvador y Guatemala desde 2014. Estos niños y las familias a menudo huyen de la violencia extrema en su país de origen, a veces temiendo por sus vidas.
Cuando llegan a EU, les retienen en un centro de detención federal en donde son atendidos y reciben alojamiento, alimentación y servicios de salud. Las familias, por desgracia, están separadas frecuentemente, con las mujeres y los niños alojados en una misma instalación, y los hombres en otra. En contraste, los cubanos no entran en un centro de detención; que se procesa en el puente y en libertad.
Con un fuerte retraso en casos federales de inmigración en el país, estos solicitantes de asilo tendrán que esperar años, antes de exponer su caso; al final sólo a algunos se les permitirá quedarse, mientras que otros serán deportados a sus países de origen.
Pero, si usted es cubano, se le permitirá libremente entrar y permanecer en EU, si entra por vía terrestre. A los cubanos también se les dan beneficios federales inmediatos una vez que cruzan la frontera.
Por el contrario, a los centroamericanos y mexicanos no se les dan estos beneficios federales por vía rápida.
* El autor es congresista demócrata por el distrito 28 de Texas, donde fue legislador por 14 años y Secretario de Estado. Actualmente cumple su sexto mandato en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, es parte del Comité de Asignaciones de la Cámara de Re- presentantes. También es miembro del Vice-comité de Asignaciones del Departamento de Seguridad Nacional y considerado uno de los hispanos más influyentes.
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