México sufre actualmente de un mediocre crecimiento económico aún y cuando a finales de los años 80 se inició una etapa de liberalización económica. El problema recae en que el nivel de productividad ha sido negativo en los últimos treinta años.
Según la teoría clásica económica, la productividad de los factores son los determinantes del crecimiento potencial de cualquier economía. La acumulación de capital, el trabajo y la tecnología son ejes fundamentales para el desarrollo económico.
Ejemplo de ello son todos los países desarrollados que han invertido grandes cantidades de recursos en educación (capital humano), infraestructura (capital físico) y tecnología, para tener niveles de desarrollo envidiables. Solo basta voltear a ver al Reino Unido que a lo largo de cuatro siglos se ha transformado de una economía dependiente del sector primario, pasando por la revolución industrial (manufacturero) hasta llegar hoy en día ser una economía de servicios (tecnología). Actualmente el Reino Unido tiene su PIB per cápita más alto de la historia.
México comenzó este proceso apenas hacia finales de la década de los 80s. Antes de ello, el motor de crecimiento era la producción de petróleo y el gasto de gobierno. A partir de la firma del Tratado de Libre Comercio se abre el mercado y la economía se transforma en una manufacturera donde el motor de crecimiento es el libre mercado. Hoy en día las exportaciones más relevantes del país son los automóviles.
¿Por qué seguimos siendo una economía en vías de desarrollo? La solución es simple, la falta de inversión en infraestructura y educación. Sólo el 22 por ciento de la población tiene educación superior y el gasto público en su mayoría es hacia el desarrollo social. Este último no contribuye a la expansión de la economía, sino que solo contiene el nivel de pobreza, no la combate. En el futuro próximo será muy importante priorizar a la educación como el motor de crecimiento.
Como ejemplo tenemos al caso de Corea del Sur, que sin recursos naturales ya se convirtió en una economía desarrollada, gracias a su fuerte inversión en educación y tecnología. Por otro lado, Venezuela presume las reservas más importantes de petróleo y su economía cada vez es peor.
Esperemos que la nueva administración se enfoque en estos ejes para el desarrollo y se olvide del petróleo como eje de desarrollo. Las economías pronto migrarán hacia energías y combustibles renovables.
Además, la educación realmente saca a la población de la pobreza. No es lo mismo recibir un apoyo de tres mil pesos mensuales y depender de él para subsistir que educarte y conseguir un trabajo de 10 mil. En este último escenario no sólo superas a la pobreza, sino que contribuyes al crecimiento económico.
El autor es director general y fundador de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas en EGADE Business School. Cuenta con una maestría en Economía Financiera y doctorado en Finanzas, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.
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