Monterrey

Panorama sombrío

A nivel global, la guerra comercial entre EU y China sigue, y se teme que China utilice los bonos del Tesoro como represalia ante Estados Unidos, quien ha puesto impuestos a poco más del 50 por ciento de las importaciones chinas.

El panorama se ha vuelto más sombrío, ya que para el caso de México existen más riesgos a la baja para el crecimiento económico y más riesgos al alza para la inflación. A nivel global, la guerra comercial entre EU y China sigue, y se teme que China utilice los bonos del Tesoro como represalia ante Estados Unidos, quien ha puesto impuestos a poco más del 50 por ciento de las importaciones chinas. Si China llegara a hacer una venta masiva de bonos del Tesoro, la tasa de interés en EU subiría y la Fed tendría que subir más rápido su tasa de interés, afectando al consumo y al crecimiento económico de EU. De hecho, en la reunión anual del Fondo Monetario Internacional se habló de que la economía global podría caer en una crisis, haciendo referencia a la guerra comercial y a la sobrevaloración del mercado de capitales global, que en parte, es consecuencia del dinero barato por las políticas monetarias acomodaticias.

A nivel global la aversión al riesgo continúa presente, ocasionando caídas a lo largo de todo el mercado financiero, provocadas principalmente por los siguientes factores: 1) la guerra comercial entre EU y China, 2) tensiones políticas entre EU y Arabia Saudita y la menor oferta petrolera por parte de Irán, 3) especulación de que EU podría caer en recesión por el largo ciclo expansivo que ha observado, 4) una disminución en el diferencial entre la tasa de largo y corto plazo en EU, ya que desde 1955 cuando se ha "invertido la curva", es decir, cuando la tasa de largo plazo ha sido menor que la de corto, se ha generado una recesión, 5) la percepción de que las finanzas públicas de Italia pueden representar un riesgo para la estabilidad de la Unión Europea, a lo que se suma un panorama económico complejo para algunas economías emergentes.

Para México, los riesgos al alza sobre la inflación se dieron a notar cuando en agosto Banxico reajustó sus proyecciones, al considerar que el objetivo de inflación de tres por ciento sería alcanzado hasta el segundo trimestre de 2020. La semana pasada, en las minutas de la última reunión de política monetaria, dijeron que es poco probable que el objetivo se alcance en 2020, sino hasta después. Asimismo, mencionaron que los analistas esperaban de manera errónea que en el 2019 empezara a reducirse la tasa de interés. Como consecuencia de las minutas, el swap de tasas de interés subió en todos sus plazos, ya que ahora la expectativa es de alzas.

Por otro lado, la tasa de interés del bono emitido para financiar el NAICM ha subido significativamente como consecuencia de la consulta popular que se llevará a cabo entre el 25 y 28 de octubre. El incremento en la tasa del bono y la caída en su precio han provocado pérdidas en algunos portafolios que podrían "castigar" al mercado mexicano. Asimismo, el resultado podría restarle credibilidad a la administración de López Obrador, lo que podría tener como consecuencia que la inversión disminuya.

Finalmente, el tipo de cambio sigue reaccionando a las noticias, siendo la degradación de la perspectiva en la calificación crediticia de Pemex el factor más reciente en causar las depreciaciones. Vale la pena mencionar que el cambio en la perspectiva de Pemex puede ser visto como un aviso negativo hacia la nueva administración, que planea hacer dos refinerías. Lo anterior siembra dudas sobre la viabilidad del plan de negocios de Pemex, pues también se ha hablado de reducir las exportaciones petroleras, los cual además de que podría ser inviable, implica un mayor riesgo cambiario, pues cerca del 90 por ciento de los instrumentos de deuda de Pemex se emitieron en divisa extranjera. Lo anterior, en última instancia puede poner en riesgo las finanzas públicas y la calificación crediticia de México.

Así, la expectativa de que el consumo y la inversión podrían ser los grandes impulsores del crecimiento en el 2019 puede desvanecerse, ante una inflación creciente y dudas sobre la capacidad de la administración entrante para mantener finanzas públicas sanas, a lo que se suma un entorno internacional complejo, debido al proteccionismo comercial y a la posibilidad de que el actual ciclo de crecimiento de EU llegue a su fin.

La autora es economista en Jefe de Grupo Financiero BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

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