El tipo de cambio es muy sensible a las noticias del exterior, particularmente a lo que diga Trump, ahora presidente de Estados Unidos.
En el discurso inagural, Trump no anunció ningún decreto y se limitó a
referirse a "América Primero". ¿Fue su discurso una señal de un mandato débil y lleno de demagogia? Ojalá que sí, pues la falta de anuncios concretos en su discurso favoreció la disminución de 60 centavos en el tipo de cambio. En los primeros cuatro días hábiles de su presidencia, nuestra moneda ha recuperado casi 1 peso frente al dólar, pero aún se encuentra lejos de su nivel de equilibrio.
Cabe destacar que la diferencia entre el tipo de cambio actual y el tipo
de cambio de equilibrio (18.21 pesos) son producto de: 1) la especulación, 2) movimientos de capitales (inversión de cartera) debido a expectativas económicas y calificación crediticia y 3) movimientos de capitales (inversión directa) debido expectativas económicas y cambios en la regulación.
Para que el tipo de cambio siguiera bajando, rompiendo inclusive la
barrera psicológica de 20 pesos por dólar, se tendría que dar un escenario en donde: 1) Trump cambiara su retórica en contra de México hacia la colaboración, en lugar de una agresiva renegociación del TLCAN, 2) se restableciera la confianza de que en México el flujo de inversión extranjera directa seguirá creciendo, 3) la inflación no sobrepase de manera sostenida el objetivo de Banxico, 4) sigan entrando de manera estable capitales a los instrumentos financieros de México, 5) el precio del petróleo subiera o se tenga la expectativa de cerrar la brecha que sostiene el exceso de oferta de este hidrocarburo y 6) que la calificación crediticia de México ya no estuviera en riesgo de recorte (algunas las calificadoras tienen la deuda soberana de México en perspectiva negativa, probablemente por el crecimiento acelerado de la deuda en los últimos años).
Partiendo del punto 1, de la retórica de Trump depende también directa
e indirectamente una gran parte del crecimiento de México debido a
que el 25 por ciento del PIB de nuestro país son exportaciones, de las
cuales el 80 por ciento va hacia Estados Unidos. Al interior de las exportaciones, destacan las manufacturas, particularmente las de fabricación de equipo de transporte, sector que Trump se ha encargado de hostigar con amenazas de aranceles de 35 por ciento.
Así, si Trump por alguna razón dejara a un lado la renegociación del
TLCAN o sólo se enfocara en su modernización sin afectar seriamente a la industria automotriz, el mercado cambiario estaría más tranquilo y eso permitiría que las apuestas en contra del peso bajaran.
Si esto se da en un escenario en donde Trump se enfoca en un mayor
gasto en infraestructura en Estados Unidos podría beneficiar a México
por el mayor consumo de productos importados. En este escenario el tipo de cambio podría bajar hacia 18.50 pesos por dólar y la economía crecer alrededor de 3 por ciento. Sin embargo, éste sigue siendo el escenario menos probable. En el escenario más probable se espera que se inicie la renegociación del TLCAN y que baje la IED que llega a México. Con esto, el tipo de cambio tiene una alta probabilidad, desde el punto de vista económico, de subir a nuevos máximos históricos.
* La autora es economista en Jefe de Grupo Financiero BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.
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