Monterrey

Un mejor escenario

OPINIÓN. El aplazamiento de la renegociación del TLCAN implica que este año, las exportaciones de México, al menos, se mantendrán estables, si no es que crecen.

La semana pasada Donald Trump dijo miles de veces que el TLCAN era el peor tratado que haya existido. También dijo que México ya no se aprovecharía de Estados Unidos (refiriéndose al comercio).

Criticó al TLCAN por varios medios. Si era el peor tratado del mundo, ¿por qué no anunció la salida de Estados Unidos? Trump podía hacerlo mediante un decreto presidencial, así que si no lo hizo es porque sus palabras son sólo estrategia de negociación y/o parte de su temperamento.

Las exportaciones totales de Estados Unidos ascienden a 1,502,572 millones de dólares, de las cuales el 16 por ciento tienen como destino México. Estados Unidos tiene un déficit en la balanza comercial y de servicios; siendo China el país con el que tiene el mayor déficit comercial, seguido de Japón, Alemania y luego México.

El déficit comercial que Estados Unidos tiene con México es apenas el 0.3 por ciento de su PIB, por lo que desde el punto de vista económico es una falacia que el TLCAN sea malo para Estados Unidos, o que éste genere pérdidas masivas de empleos.

Los datos económicos y el comportamiento de Trump debe tranquilizarnos, ya que el peor miedo que México tenía al ser elegido Trump como presidente de Estados Unidos (la salida de este país del TLCAN) no se materializará, al menos en el corto plazo. Además, Trump y Peña Nieto acordaron aplazar las negociaciones del tratado y no hablar en público sobre la construcción del muro.

Mejor escenario no se podía vislumbrar para México. Después de todo, la estrategia del gobierno mexicano dio resultado. Con la noticia, el tipo de cambio se bajó considerablemente, mostrando una apreciación que no se veía desde casi un año atrás y se espera pueda seguir disminuyendo como consecuencia de la menor especulación en contra de México, probablemente en el corto plazo hacia niveles de 20.50 pesos y 20 pesos en el mediano plazo si no existen factores que provoquen aversión al riesgo y cambios en las posiciones de inversión.

El aplazamiento de la renegociación del TLCAN implica que este año, las exportaciones de México, al menos, se mantendrán estables, si no es que crecen.

Asimismo, la disminución en el tipo de cambio ayudará a bajar las presiones inflacionarias. Lo anterior puede propiciar un incremento en la confianza del consumidor, lo cual debe incentivar el crecimiento del consumo. Lo único que se espera que disminuya de cualquier manera este año es la inversión, ya que la de origen foráneo seguramente querrá esperar para ver cómo queda la renegociación del tratado y la de origen local se espera caiga por las alzas del año anterior en la tasa de interés.

¿Cómo quedará el crecimiento económico de México? Asumiendo el escenario anterior en donde Trump respeta el aplazamiento del TLCAN y no habla en público del muro, es probable que la economía mexicana crezca alrededor de 1.8-2.0 por ciento en el 2017, en lugar del 1.2-1.5 por ciento pronosticado previamente.

Cabe destacar que Trump está proponiendo una reforma fiscal en donde destaca la disminución de impuesto que pagan las empresas. Esto realmente puede generar un incremento en el consumo de las personas en Estados Unidos, no sólo de sus bienes locales, sino también de los importados, lo cual podría propiciar inclusive un incremento en las exportaciones de México hacia ese país. Sin embargo, en términos de competitividad, México será menos atractivo para la inversión extranjera directa de origen estadounidense.

Si Trump lleva a cabo el gasto en infraestructura que anunció días después de las elecciones, el efecto sobre el consumo de Estados Unidos y las exportaciones de México será similar al de la disminución de la tasa impositiva, pero sin afectar la competitividad relativa de México.

La reforma de Trump se considera populista y llevaría a Estados Unidos a tener que endeudarse aún más, por lo que es poco probable que el Congreso de ese país la apruebe como está.

Cabe destacar que los riesgos no se han terminado. El temperamento de Trump no va a cambiar y seguirá dando declaraciones irresponsables que puedan ocasionar miedos y movimientos en los mercados financieros y alzas temporales en el tipo de cambio.

Por lo anterior el pronóstico anteriormente explicado puede cambiar.

La autora es economista en Jefe de Grupo Financiero
BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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