LA HABANA.- Donald Trump se acerca a sus primeros cien días como presidente de Estados Unidos sin cambiar de manera práctica la política hacia Cuba, aunque mantiene la retórica contra La Habana y ha detenido los contactos oficiales entre los dos gobiernos, abiertos por su sucesor, el demócrata Barack Obama.
En febrero pasado la Casa Blanca anunció que está revisando el futuro de sus relaciones con la isla, proceso que aún se mantiene, aunque no se dieron precisiones sobre qué aspectos serían cambiados, más allá de las declaraciones de Trump de que lo acordado con Cuba por Obama "no beneficia a los estadounidenses".
El principal interlocutor público del mandatario en el tema Cuba parece ser el senador cubano-americano y excandidato presidencial Marco Rubio, opuesto siempre al deshielo iniciado por Obama y Raúl Castro en diciembre de 2014, y quien dijo estar seguro de que Trump "va a tratar a Cuba como la dictadura que es". Sin embargo, luego de reunirse con Rubio, el presidente se limitó a afirmar que coincidía con el senador en su visión sobre la isla, sin ofrecer detalles.
Fuentes políticas en EU consideran que el tema Cuba no es prioridad para el actual inquilino de la Casa Blanca, por lo que no vaticinan cambios drásticos a corto plazo.
Pese a que desde que Trump asumió como presidente no ha habido contactos oficiales entre los dos gobiernos -no se ha reunido la Comisión Bilateral creada en agosto de 2015-, continúan las visitas de congresistas demócratas y republicanos y los viajes de empresarios de ese país.
El 20 de marzo la empresa Cuba International Network (CIN), especializada en servicios de producción de televisión y audiovisuales, recibió una licencia del Departamento del Tesoro para operar en la isla y establecer contratos con la estatal Empresa Comercializadora de la Radio y la Televisión (RTV). En febrero, Cuba compró un cargamento de arroz a Estados Unidos por 252 mil dólares, algo que no sucedía desde 2007.
Medios oficiales cubanos califican de estable el comportamiento de los viajes al país de los estadounidenses, aunque se mantiene la prohibición de hacerlo como turistas.
Las principales compañías aéreas de Estados Unidos prosiguen sus vuelos a Cuba -más de cien diarios-, aunque Silver Airways y Frontier anunciaron la suspensión de sus operaciones "debido a la saturación en la oferta y a problemas operativos sin resolver". En contraste, American Airlines y JetBlue dijeron que estudian el aumento de sus vuelos, cinco y cuatro diarios, respectivamente-. En marzo, además, el buque Marina se sumó a los cruceros que ya incluyen a los puertos cubanos en su itinerario por el Caribe.
En tanto, el presidente Raúl Castro, quien en enero propuso a Trump continuar las conversaciones "sobre la base del respeto mutuo", cargó por primera vez la mano contra el magnate, el mes pasado, al llamar a la unidad de América Latina frente al proteccionismo y al muro que pretende construir en su frontera con México.