Los aliados más cercanos de Estados Unidos atacaron el viernes al Gobierno de Donald Trump por imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio y los impugnaron ante la Organización Mundial de Comercio, lo que agrió el ánimo en la cumbre de ministros de Finanzas del G-7.
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, fue el principal blanco de críticas en la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del Grupo de las Siete economías más industrializadas en Canadá. Seis países presentes en la cumbre fueron afectados por los aranceles que Washington aplicó por motivos de seguridad nacional.
Sus quejas también complicaron los esfuerzos de Estados Unidos por lograr su cooperación para objetar las prácticas comerciales de China.
La Unión Europea y Canadá presentaron reclamos ante la Organización Mundial de Comercio.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo en un comunicado que los aranceles fueron "impuestos bajo el falso pretexto de proteger la seguridad nacional de Estados Unidos".
El ministro de Finanzas de Canadá, Bill Morneau, dijo a periodistas que en una reunión con Mnuchin "expresé en fuertes términos nuestra oposición a estos aranceles a los sectores del acero y el aluminio, nuestra absoluta opinión de que es absurdo que Canadá pueda ser en cualquier forma un riesgo de seguridad".
El ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, dijo que Mnuchin estaba claramente aislado por el tema, aunque Francia, Alemania, Japón, Reino Unido, Italia y Canadá están intentando hablar con el Gobierno de Trump para que "vuelva a entrar en razón".
"Desafortunadamente vamos a tener un G-6 más uno con Estados Unidos solo contra todos y corriendo el riesgo de una desestabilización de la economía", declaró Le Maire a la prensa en Whistler, Columbia Británica.
El ministro de Finanzas británico, Philip Hammond, dijo a periodistas que las acciones de Washington "preocupan" a los miembros del G-7, pero que espera que la discusión del viernes siente las bases para que los líderes del grupo alcancen un entendimiento con el presidente Donald Trump sobre los aranceles en la cumbre de la próxima semana en Charlevoix, Quebec.
"Sabemos que el presidente tiene un estilo muy personal. A él le gusta tratar personalmente los temas", dijo Hammond.
Mnuchin, considerado como una de las voces más moderadas en temas comerciales al interior del gabinete de Trump, adoptó un bajo perfil durante las discusiones del G-7 sobre los aranceles, pero estaba claramente "aislado", dijeron dos funcionarios que participaron de las conversaciones.
El Gobierno de Trump aplicó aranceles de un 25 por ciento a las importaciones de acero y de un 10 por ciento a las de aluminio de la UE, México y Canadá, luego de que se rehusaron a aceptar cuotas a sus envíos de metales en las negociaciones con el Secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross.