La Cámara de Diputados de Argentina suspendió ayer la votación para la reforma al sistema de pensiones, que contempla recortes, tras una acalorada discusión legislativa y enfrentamientos callejeros entre policías y organizaciones civiles, que ocasionaron 10 uniformados y 20 manifestantes heridos, así como 22 detenidos.
El proyecto, que ya cuenta con el visto bueno del Senado, es parte de un paquete de reformas con las que el presidente Mauricio Macri busca bajar los costos de producción en el país para atraer inversiones.
Cuando la plaza del Congreso ya estaba colmaba de manifestantes, la policía intentó dispersarlos con balas de goma, carros hidrantes y gases lacrimógenos; aquellos respondieron lanzado piedras y botellas.
Mientras la violencia aumentaba, en la Cámara todo era un caos, porque varios diputados forcejaban con los guardias de seguridad que no los dejaban pasar y al enterarse de la represión en la calle, algunos legisladores salieron para apoyar a los manifestantes, pero fueron agredidos por la policía. Ante el caos, la diputada oficialista Elisa Carrió suspendió la sesión.
SERÍA POR DECRETO
En caso de no avanzar la reforma en el Congreso, que contempla bajar el incremento de las pensiones para el próximo año de 14 por ciento al 5.7 por ciento, el presidente Macri evalúa sacar la reforma por "decreto de necesidad y urgencia".
Ante esa posibilidad, la Confederación General del Trabajo de los Argentinos (CGT) amenazó con declarar un paro general para defender el derecho de los jubilados.
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