CIUDAD DE MÉXICO.- Ayer fue colocada la primera piedra de lo que será el nuevo edificio de la Embajada de Estados Unidos en México. Lo curioso es que el contrato fue adjudicado a Caddell Construction, una compañía de Alabama que compite para construir el muro fronterizo de Donald Trump.
Está entre las seis finalistas, anunciadas en octubre del año pasado.
El arquitecto del proyecto recae en los despachos Tod Williams Billie Tsien Architects y Davis Brody Bond, ambos de Nueva York.
Durante el evento, el subsecretario de América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Carlos Sada, aseguró que la construcción de la nueva embajada representa un acto simbólico de la fortaleza de la relación entre México y Estados Unidos.
Entrevistado previo a la ceremonia, Sada Solana consideró como favorable la construcción de la embajada más grande de Estados Unidos en el mundo. "Se coloca la primera piedra de una embajada y no un muro", se le comentó.
"Simbólico, por supuesto; estamos hablando de un inmueble que va a ser de los más grandes que tiene Estados Unidos no sólo en Latinoamérica, sino en todo el mundo y es algo que nos llena de satisfacción porque va a proyectar que es una relación que es por demás intensa, por demás compleja, pero al mismo tiempo, por demás profunda", señaló.
La embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, fue la anfitriona en la colocación de la primera piedra. Además estuvieron presentes Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación; Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; Xóchitl Gálvez, delegada de Miguel Hidalgo y el empresario Carlos Slim.
La diplomática presentó el terreno de 3.4 hectáreas en la colonia Irrigación, atrás de Plaza Carso. "En Estados Unidos tenemos una tradición que se llama "rompe-tierra" que literalmente significa que se removerá la tierra para que un nuevo edificio nazca, con esta ceremonia hoy rompemos tierra mexicana para esta nueva casa para la embajada, que nos proveerá de un extraordinario ambiente para nuestra natural relación bilateral", destacó la embajadora.
El tema del muro no salió más a la luz en el evento, pero Caddell Construction sigue ampliamente involucrada. En estos momentos la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de los Estados Unidos está en la fase de prueba y evaluación de los productos terminados, para determinar qué elementos de diseño cumplen con las necesidades.
Estos prototipos están siendo evaluados por sus capacidades antievasión, antiescalada y antiexcavación.
El gobierno de Estados Unidos pagó entre 300 mil y 500 mil dólares a las empresas Caddell Construction, Fisher Sand & Gravel, Sterling Construction y Yates & Sons Construction para el diseño de cada uno de los prototipos que miden 5 metros de ancho por 9 de alto, como máximo.
Los ocho prototipos empezaron a construirse el 26 de septiembre de 2016 y sólo uno será elegido para reforzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Algunos están construidos con cemento y tienen barrotes de hierro que permitirán ver qué pasa del otro lado. Para su elección, las autoridades verán que no sean fáciles de escalar, ni que se pueda cavar debajo de ellos; deben de resistir los golpes y ser seguros para los policías fronterizos. Tienen paneles solares.
El 25 de enero de 2016, todavía como candidato, Trump anunció la construcción de un muro fronterizo para "salvar –dijo– miles de vidas, millones de empleos y miles de millones de dólares" de su país.
Un año después, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó 1,600 millones de dólares para la construcción de la barrera, aunque el Congreso tiene como fecha límite el 1 de octubre de 2018 para ratificar el monto y el proyecto de Ley de Seguridad Fronteriza.
En este momento el Senado discute propuestas sobre el tema. Se pretende que sean 3 mil millones de dólares para arrancar los trabajos del muro, a cambio de una negociación sobre el destino de los dreamers, protegidos por el DACA.