Desde 2012, la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) norteamericana advirtió que la ayuda a los rebeldes sirios llevaría a la caída de las ciudades de Mosul y Ramadi en Irak, así como al surgimiento de un "Estado islámico", aseguran archivos del órgano de espionaje del Pentágono obtenidos por Judicial Watch, con base en la Ley de Libertad de Información.
Uno de los documentos, redactado en agosto de 2012, puntualiza que Al Qaeda, la red creada por Osama ben Laden, fue, desde el estallido del levantamiento sirio en 2011, uno de sus protagonistas, aunque operó con el nombre de Frente el Nosra, que luego cambió por el de Ejército de la Conquista, y en el que según Washington, Arabia Saudita y Turquía, hay "moderados" que deben ser respaldados para enfrentar a Damasco y el Estado Islámico.
"Hay posibilidades de que se establezca un principado salafista al este de Siria (en Hasaka y Der Zor) y esto es exactamente lo que quieren las potencias que apoyan a la oposición, a fin de aislar al régimen", detalló la DIA al identificar a dichas potencias como "los países occidentales y del Golfo Pérsico además de Turquía".
Agregó que la creación de la entidad salafista (rama fundamentalista suní), a fin de cerrar la ruta terrestre entre Líbano, Siria e Irán, tendría "graves consecuencias" para Irak y generaría "la atmósfera ideal para que Al Qaeda regrese a sus antiguos bastiones en Mosul y Ramadi", de los que resultó expulsada durante la ocupación estadounidense.
El martes, Vladimir Putin, presidente ruso, afirmó que "en los países en los que hoy florece IS no había ningún terrorismo, hasta la inaceptable injerencia exterior".