ESTAMBUL.- Al menos 24 personas, incluso directivos de una empresa minera, fueron detenidas este domingo como parte de la investigación de las autoridades turcas sobre la tragedia en una mina que dejó 301 trabajadores muertos a comienzos de semana.
La agencia de noticias Dogan informó que Ramazan Dogru, gerente general de la mina propiedad del corporativo Soma Holding, y su jefe de operaciones, Akin Celik, están entre los detenidos. La fuente agregó que los fiscales están evaluando presentar cargos por negligencia y haber contribuido a la muerte de más de una persona. Este domingo interrogaron a cinco personas, pero Dogan no especificó a quienes.
Los representantes del gobierno y la empresa insisten en que la mina era inspeccionada con regularidad y que la negligencia no fue un factor en el incendio y explosión del 13 de mayo. Sin embargo, reaccionando al enorme disgusto público, las autoridades prometieron investigar y castigar a cualquier funcionario de la mina que haya sido negligente.
El diario Milliyet informó el sábado que un reporte preliminar de un experto de seguridad en minas que inspeccionó la de Soma indicó que el carbón ardiente causó que se colapsara el techo de la excavación. El reporte señala que las vigas de apoyo del túnel eran de madera, no de metal, y que la mina tenía muy pocos sensores de monóxido de carbono.
Representantes de la empresa han dicho que los estándares de seguridad eran altos, que en la mina había 50 sensores de gas y que a los empleados se les daban máscaras antigás.
El viernes en conferencia de prensa, Celik reconoció que el denso humo subterráneo pudo haber matado a trabajadores que no tenían máscaras. Los socorristas que entraron se quejaron de los altos niveles de dióxido y monóxido de carbono.
"No hubo negligencia", dijo Celik. "He hecho este trabajo 20 años, pero nunca vi nada como esto. No queremos dañar una sola uña de nuestros trabajadores".
El sábado, el ministro de Energía Taner Yildiz informó que se recuperaron los cadáveres de los últimos dos mineros desaparecidos y cerró la cifra de fallecidos en 301. Luego, las autoridades sellaron con ladrillos la entrada de la mina.