CANCÚN.- Por segundo día, el tema de la crisis en Venezuela fue el protagonista en la 47 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que países como Estados Unidos, Canadá, Nicaragua, Chile y Perú se pronunciaron por un orden democrático en aquella nación, sin que se pudiera lograr un consenso sobre el tema.
El lunes, en la reunión de cancilleres sobre la crisis de Venezuela, la declaratoria, que incluye demandar la liberación de los presos políticos, la creación de un cronograma electoral y la suspensión de la Asamblea Constituyente, no logró los 23 votos necesarios, de tal manera que la discusión se suspendió para una fecha próxima, aún sin definir.
Ayer, pese a que el tema de la crisis en Venezuela no estaba en la agenda de la Primera Sesión Plenaria, éste tuvo resonancia con más enfrentamientos verbales con la canciller de ese país, Delcy Rodríguez, que consensos que insinuaran una pronta declaración que colabore en la restauración del orden democrático en esa nación, como se busca desde hace un año.
El primer canciller en pronunciarse contra el gobierno de Nicolás Maduro fue Ricardo Luna, de Perú, quien pidió a Venezuela la liberación de presos políticos, poner fin a la represión de las manifestaciones, establecer un calendario electoral y atender la crisis humanitaria que aqueja al país.
Como representante de Canadá, la canciller Chrystia Freeland respaldó lo pronunciado por Perú y llamó a detener la Asamblea Nacional Constituyente que se busca desde el gobierno de Maduro.
Estados Unidos y Costa Rica insistieron en la urgencia de apoyar a los ciudadanos venezolanos que se enfrentan en las calles por las violaciones de sus derechos humanos.
"Nos ha llamado la atención y nos ha alarmado el deterioro del orden democrático de Venezuela, la violencia, y el quebranto de las reglas civiles… Alentamos a todas las naciones de la OEA que están comprometidos a mantener estos valores en sus propios países, que se unan con Estados Unidos para hacer que el gobierno venezolano sea responsable", señaló el subsecretario de Estado de Estados Unidos, John J. Sullivan.
Por separado y en entrevista, Lydia Barraza, vocera del Departamento de Estado estadounidense, advirtió que "el gobierno venezolano no puede echarle la culpa a otros (países) por sus propios problemas, el gobierno venezolano ha creado esa crisis a través de una política de muchos años, a través de tratar de quitarle los derechos democráticos de su pueblo".
Manuel González, el canciller de Costa Rica, respondió a su homóloga venezolana, que lo llamó "analfabeto político", con un reproche a la falta de derechos que tienen los ciudadanos venezolanos.
"Con honestidad y respeto expreso que prefiero ser un 'analfabeto político' que un versado conocedor de prácticas represivas contra un pueblo que quiere paz y libertad", señaló.
Esas opiniones contrastaron con la postura de Bolivia, en voz de su canciller Fernando Huanacuni, quien denunció que el lunes se presenció una situación que no debe repetirse, el sobresalto de normas "por interés de un proceso hegemónico. ¿Cómo se puede ayudar a un pueblo imponiendo?"
En ese tono, la representante de Ecuador, María Fernanda Espinosa, reclamó que ningún mecanismo puede ser impuesto. "Es el pueblo venezolano quien debe encontrar las soluciones, nada para Venezuela sin Venezuela".