Estados Unidos intentó cortejar a Europa y Japón el sábado con ofertas de acuerdos de libre comercio para ganar terreno en una creciente guerra arancelaria con China, pero se encontró con la dura resistencia de Francia en un encuentro de ministros de Finanzas del G20 dominado por las tensiones comerciales.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, dijo a periodistas en la reunión que congregó en Buenos Aires a líderes financieros de las 20 mayores economías mundiales que había renovado la propuesta del presidente Donald Trump de que los aliados del G7 levantaran las barreras comerciales entre ellos.
"Si Europa cree en el libre comercio, estamos listos para firmar un acuerdo de libre comercio", afirmó Mnuchin. Agregó que un pacto de esta naturaleza exigiría la eliminación de aranceles, barreras no arancelarias y subsidios. "Deben entrar los tres asuntos", afirmó.
Trump irritó a sus aliados europeos al imponer aranceles del 25 por ciento a la importación de acero y del 10 por ciento al aluminio, provocando la represalia de la Unión Europea con tarifas similares sobre las motocicletas de Harley-Davidson , el bourbon de Kentucky y otros productos.
Trump, que frecuentemente critica los aranceles europeos de 10 por ciento sobre automóviles, también estudia agregar un tributo del 25 por ciento a importaciones automotrices, lo que golpearía con fuerza tanto a Europa como a Japón.
El ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, dijo que la Unión Europea (UE) no consideraría empezar conversaciones comerciales con Estados Unidos a menos que Washington primero retire sus aranceles al acero y el aluminio y abandone su amenaza de tarifas a los autos.
"Nos negamos a negociar con un arma apuntando a nuestra cabeza", dijo Le Maire a periodistas en los márgenes de la reunión del G20.
La oferta de Mnuchin a la UE y a Japón, junto con un intento de destrabar las estancadas conversaciones con México y Canadá para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), llegan en momentos en que Estados Unidos y China están escalando en su disputa comercial sin diálogo a la vista.
Las dos mayores economías del mundo se han impuesto aranceles mutuos a exportaciones valoradas en 34 mil millones de dólares. Trump amenazó el viernes con aranceles sobre todas las exportaciones chinas a Estados Unidos, valuadas en 500 mil millones de dólares.
Mnuchin no tendrá una reunión formal con funcionarios chinos en la reunión del G20, pero dijo que ello se debía a que su interlocutor habitual, el asesor oficial Liu He, no está en el evento.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también advirtió que la reciente ola de aranceles perjudicaría significativamente al crecimiento global.
La directora del FMI, Christine Lagarde, presentó a los ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales del G20 un informe que detalla los impactos que las restricciones ya anunciadas tendrán sobre el comercio mundial.
En el reporte, el FMI afirma que el crecimiento global podría alcanzar un máximo de 3.9 por ciento en 2018 y 2019, mientras que los riesgos de una desaceleración han subido debido a las crecientes tensiones comerciales.
La presentación de Lagarde llegó poco después de que Mnuchin dijo que aún no había habido un efecto "macro" en la economía estadounidense.
Mnuchin dijo que, mientras que había algunos efectos "micro" como las represalias contra la soja producida en Estados Unidos, las langostas y el bourbon, no creía que las tarifas evitarían que el país alcance un crecimiento del 3 por ciento este año.
"Todavía creo que desde una base macro no vemos ningún impacto en lo que es un crecimiento muy positivo", dijo, y añadió que está monitoreando de cerca los precios del acero, el aluminio, la madera y la soja.
ALIADOS DEL G7
El dólar registró su mayor caída en tres semanas el viernes frente a una cesta de seis destacadas monedas luego de que Trump se quejó nuevamente por la fortaleza de la divisa estadounidense y las alzas de tasas de interés de la Reserva Federal, lo que puso fin a una escalada que había llevado al dólar a su nivel más alto en un año.
La última reunión del G20 en Buenos Aires a fines de marzo terminó sin ningún acuerdo firme respecto a las políticas comerciales y sólo con un compromiso de seguir con el diálogo.
El ministro de Hacienda de Brasil, Eduardo Guardia, dijo que los participantes acordaron que los riesgos para la economía global se han incrementado desde su última reunión. Mencionó las crecientes tensiones comerciales y tasas de interés más altas en bancos centrales claves.
Guardia comentó que el comunicado final reflejará la necesidad de que los miembros, particularmente en mercados emergentes que han sido azotados por la devaluación de sus monedas, lleven adelante reformas para protegerse a sí mismos frente a la volatilidad.
El ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, dijo que utilizará la reunión para abogar por un sistema de comercio basado en reglas, pero que las expectativas eran bajas. "No espero que se alcancen progresos tangibles en esta reunión", dijo a periodistas en el avión que lo llevó a Buenos Aires.
Las tarifas que aplicó Estados Unidos le costarán a Alemania hasta 20.000 millones de euros (unos 23 mil 440 millones de dólares) en términos de ingresos este año, según el líder del grupo alemán IMK.
En tanto, el jefe del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo que esperaba que el debate en la reunión derive en una reducción de las medidas comerciales de represalia. "El proteccionismo comercial no beneficia a ninguno de los involucrados", argumentó. "Yo creo que eventualmente se impondrá la mesura".