Un mortífero incendio forestal en el norte de California ardió tan fuerte en condiciones secas y ventosas que originó un tornado de llamas sin precedentes, informaron las autoridades el viernes, y advirtieron que las condiciones empeorarán en la región.
Los vientos en el "remolino de fuego" creado el 26 de julio cerca de la ciudad de Redding, California, alcanzaron los 230 kilómetros por hora, una velocidad similar a la de los tornados más destructivos de la región centro-norte de Estados Unidos, dijo Duane Dykema, del Servicio Nacional de Meteorología. El remolino arrancó árboles de raíz e hizo volar los techos de viviendas, según Dykema.
El remolino alcanzó el nivel tres de cinco en la escala Fujita, que los científicos usan para clasificar la fuerza de los tornados, detalló Dykema. California no había registrado un tornado de tal magnitud desde 1978.
Los incendios forestales suelen crear remolinos, pero rara vez con la fuerza del que ocurrió el 26 de julio, señaló Dykema.
El incendio continúa ardiendo aproximadamente a 160 kilómetros al sur de la frontera con Oregon mientras los bomberos del área y de todo el norte de California se preparan para peores condiciones este fin de semana.
El Servicio Nacional de Meteorología emitió advertencias de condiciones climatológicas críticas hasta el sábado, informando que una serie de sistemas de baja presión que pasan por la región causarían fuertes ráfagas de viento.
"Esta es una situación particularmente peligrosa con humedad extremadamente baja y fuertes vientos. Nuevos incendios se saldrán de control con rapidez, y en algunos casos la gente podría no poder evacuar a tiempo ante la llegada del fuego", indicó el servicio meteorológico en su boletín para el área de Mendocino, al norte de San Francisco.
Los meteorólogos dijeron que la mayor amenaza incluye un enorme incendio cerca de Redding y dos incendios más que arden uno junto al otro en torno a Clearlake, aproximadamente a 160 kilómetros al norte de San Francisco.
El incendio de Redding se ha extendido a 533 kilómetros cuadrados (206 millas cuadradas) y ha arrasado con 1.060 casas y muchos otros inmuebles.
Dos bomberos y otras cuatro personas han muerto a causa del incendio, que inició el 23 de julio y se propagó con extraordinaria furia hacia la ciudad más grande en la región. Más de mil 300 viviendas siguen amenazadas.