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Incendio forestal en California deja 6 muertos

Más de 38 mil personas en Redding y otros lugares del Condado de Shasta recibieron la orden de abandonar sus casas por el incendio de 32 mil 740 hectáreas.

El letal incendio forestal del norte de California que obligó a miles de personas a huir de sus hogares, ardió este domingo prácticamente sin revisión, mientras las cuadrillas de bomberos inspeccionaron una pequeña población que quedó reducida a cenizas, árboles quemados y escombros humeantes.

El número de muertos aumentó a seis, y las autoridades expresaron su preocupación de que el pronóstico de fuertes vientos avive aún más las llamas.

"En este momentos, se esparce a todos lados. Aún hay varias líneas abiertas", dijo Anthony Romero, portavoz del Departamento de Protección de Bosques e Incendios de California. "Cualquier evento podría reavivarlo todo".

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó más condiciones secas y calurosas, con ráfagas de viento para la tarde del domingo.

Más de 38 mil personas en Redding y otros lugares del Condado de Shasta recibieron la orden de abandonar sus casas por el incendio Carr, de 32 mil 740 hectáreas, que ha destruido al menos 550 viviendas y comercios. Funcionarios advirtieron que era probable que hubiera más evacuaciones.

Unos 3 mil 400 bomberos en tierra y en 17 helicópteros combatían el fuego, que sólo estaba contenido en un 5 por ciento mientras se extendía rápidamente por Redding, una ciudad de 90 mil personas en el área de Shasta-Trinity.

El incendio dejó en ruinas Keswick, un pueblo de 450 habitantes, dijo el Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California (Cal Fire), que agregó que otros 5 mil edificios estaban amenazados.

Funcionarios de seguridad estaban tratando de localizar a 17 personas reportadas desparecidas, pero indicaron que el número ha fluctuado en los últimos días, dijo por teléfono el sargento Todd Cogle, de la policía de Redding.

"No queremos dar la impresión de que todas estas personas han sufrido algún tipo de consecuencia grave", dijo Cogle. "Enviamos oficiales a algunos de estos lugares (donde vivían) y las casas estaban intactas, así que es más que probable que sólo fueron evacuadas", agregó.

Actualmente hay 89 incendios forestales grandes en 14 estados de Estados Unidos, mayormente en el oeste del país, según el Centro Nacional Inter-Agencias contra Incendios.

En lo que va del año, los incendios forestales han quemado casi 1.7 millones de hectáreas en Estados Unidos, por encima de los 1.5 millones de hectáreas en promedio registrados para el mismo período en la última década.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó más condiciones secas y calurosas, con ráfagas de viento para la tarde del domingo.

Keswick, una población montañosa de alrededor de 450 habitantes, fue arrasado prácticamente por completo. El departamento de bomberos del condado de San Bernardino fue llamado para apagar las ardientes pilas de escombro que quedaron esparcidas ante la caída de los cables de electricidad.

"Lo que vemos aquí es una situación de incendio incompleta", dijo el capitán Doug Miles mientras su cuadrilla utilizaba picos, palas y rastrillos para abrirse paso entre los escombros que, hasta hace unos días, eran residencias familiares. Las llamas arrasaron con unas 25 cuadras y se prevé que las labores de "limpieza" tomen varios días. Miles dijo que su equipo buscará todo lo que se pueda rescatar, pero no quedaron muchas cosas de pie.

Anna Noland, de 49 años, fue evacuada dos veces en tres días, antes de enterarse por la televisión que su casa se quemó. Planeaba permanecer en refugio en la Universidad Simpson en Redding, mientras busca otro lugar para vivir.

"Creo que sigo en shock", dijo Noland. "Es simplemente increíble saber que no tienes una casa a donde volver".

Noland fue una de las 38.000 personas evacuadas después de que el llamado Incendio Carr arrasó a las afueras de Redding, en el condado de Shasta. Entre los muertos se incluye a dos bomberos y una mujer con sus dos bisnietos.

"Mis bebés están muertos", dijo Sherry Bledsoe en medio del llanto después de que ella y sus familiares se reunieron con agentes de la policía.

Sus dos hijos, James Roberts, de 5 años, y Emily Roberts, de 4, se quedaron varados junto con su bisabuela, Melody Bledseo, de 70 años, al momento en que las llamas arrasaron con la propiedad de la familia el pasado jueves a las afueras de Redding.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó más condiciones secas y calurosas, con ráfagas de viento para la tarde del domingo.

Keswick, una población montañosa de alrededor de 450 habitantes, fue arrasado prácticamente por completo. El departamento de bomberos del condado de San Bernardino fue llamado para apagar las ardientes pilas de escombro que quedaron esparcidas ante la caída de los cables de electricidad.

"Lo que vemos aquí es una situación de incendio incompleta", dijo el capitán Doug Miles mientras su cuadrilla utilizaba picos, palas y rastrillos para abrirse paso entre los escombros que, hasta hace unos días, eran residencias familiares. Las llamas arrasaron con unas 25 cuadras y se prevé que las labores de "limpieza" tomen varios días. Miles dijo que su equipo buscará todo lo que se pueda rescatar, pero no quedaron muchas cosas de pie.

Anna Noland, de 49 años, fue evacuada dos veces en tres días, antes de enterarse por la televisión que su casa se quemó. Planeaba permanecer en refugio en la Universidad Simpson en Redding, mientras busca otro lugar para vivir.

"Creo que sigo en shock", dijo Noland. "Es simplemente increíble saber que no tienes una casa a donde volver".

Noland fue una de las 38.000 personas evacuadas después de que el llamado Incendio Carr arrasó a las afueras de Redding, en el condado de Shasta. Entre los muertos se incluye a dos bomberos y una mujer con sus dos bisnietos.

"Mis bebés están muertos", dijo Sherry Bledsoe en medio del llanto después de que ella y sus familiares se reunieron con agentes de la policía.

Sus dos hijos, James Roberts, de 5 años, y Emily Roberts, de 4, se quedaron varados junto con su bisabuela, Melody Bledseo, de 70 años, al momento en que las llamas arrasaron con la propiedad de la familia el pasado jueves a las afueras de Redding.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó más condiciones secas y calurosas, con ráfagas de viento para la tarde del domingo.

Keswick, una población montañosa de alrededor de 450 habitantes, fue arrasado prácticamente por completo. El departamento de bomberos del condado de San Bernardino fue llamado para apagar las ardientes pilas de escombro que quedaron esparcidas ante la caída de los cables de electricidad.

"Lo que vemos aquí es una situación de incendio incompleta", dijo el capitán Doug Miles mientras su cuadrilla utilizaba picos, palas y rastrillos para abrirse paso entre los escombros que, hasta hace unos días, eran residencias familiares. Las llamas arrasaron con unas 25 cuadras y se prevé que las labores de "limpieza" tomen varios días. Miles dijo que su equipo buscará todo lo que se pueda rescatar, pero no quedaron muchas cosas de pie.

Anna Noland, de 49 años, fue evacuada dos veces en tres días, antes de enterarse por la televisión que su casa se quemó. Planeaba permanecer en refugio en la Universidad Simpson en Redding, mientras busca otro lugar para vivir.

"Creo que sigo en shock", dijo Noland. "Es simplemente increíble saber que no tienes una casa a donde volver".

Noland fue una de las 38.000 personas evacuadas después de que el llamado Incendio Carr arrasó a las afueras de Redding, en el condado de Shasta. Entre los muertos se incluye a dos bomberos y una mujer con sus dos bisnietos.

"Mis bebés están muertos", dijo Sherry Bledsoe en medio del llanto después de que ella y sus familiares se reunieron con agentes de la policía.

Sus dos hijos, James Roberts, de 5 años, y Emily Roberts, de 4, se quedaron varados junto con su bisabuela, Melody Bledseo, de 70 años, al momento en que las llamas arrasaron con la propiedad de la familia el pasado jueves a las afueras de Redding.

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