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Ante la crisis política y económica que viven, tanto Venezuela como Nicaragua, que ha ocasionado una ola de refugiados hacia los países vecinos, América Latina registra un fenómeno de xenofobia y odio racial nunca antes visto en la región.
Los venezolanos que huyen del régimen del presidente Nicolás Maduro hacia Colombia, Ecuador, Perú y Brasil enfrentado la agresión de la población local y de los gobiernos que les piden pasaportes para ingresar a sus países.
En Paracaima, un pueblo brasileño en la frontera con Venezuela y una de las primeras paradas de los migrantes que huyen de la crisis humanitaria, el supuesto robo de venezolanos contra un propietario de un comercio local disparó el sábado una violenta manifestación xenófoba. Grupos de ciudadanos lanzaron piedras contra los cientos de venezolanos, incluso contra algunos que estaban albergados en un refugio de la ONU, prendieron fuego sus pertenencias y los obligaron a regresar a la frontera.
Al menos mil 200 venezolanos han abandonado Brasil en las últimas horas después de los actos violentos registrados contra campamentos en Pacaraima, confirmaron fuentes del ejército brasileño.
Ante los hechos de violencia, Brasil enviará hoy tropas a la zona para controlar la situación, mientras Venezuela pidió al gobierno brasileño proteger a sus ciudadanos.
No se trata del único caso en los últimos meses. En la principal ciudad fronteriza entre Colombia y Venezuela, Cúcuta, jóvenes lanzaron bombas incendiarias contra venezolanos que se resguardaban en un estadio local.
Ecuador es el principal punto de tránsito de los venezolanos que deciden seguir su destino desde Colombia hacia Chile y Perú. Pasar su frontera era un trámite tedioso, pero sencillo. Hasta ahora, un venezolano podría cruzar solo con su tarjeta de identificación. Pero desde la medianoche del pasado sábado presentar su pasaporte, un documento casi imposible de conseguir en Venezuela.
Perú decidió seguir el camino de Ecuador y desde el próximo 25 de agosto cualquier venezolano deberá presentar su pasaporte para ingresar al país.
Protestas en San José
Un hecho similar de violencia, ocurrió el sábado en las calles de San José, Costa Rica, cuando cientos de ciudadanos protestaron contra el ingreso de migrantes de Nicaragua que huyen de su país.
Con gritos de "¡Fuera nicas!" y con banderas y camisas de Costa Rica, los costarricenses organizaron la marcha, que terminó en disturbios y el arresto de 44 personas.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, llamó a los países a dejar las puertas abiertas para los ciudadanos venezolanos.