La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, insistió ayer en que el exmandatario Luiz Inácio Lula de Silva es "inocente" y dijo que el Partido de los Trabajadores (PT) luchará y llegará a "todas las instancias jurídicas" para que pueda mantenerse como candidato en las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre.
Al iniciar en Madrid una gira internacional que la llevará también a Barcelona, en España, y Estados Unidos, en defensa del exlíder sindical, Rousseff afirmó que "han querido callar a Lula, pero nosotros seremos su voz. Nos movilizaremos para acudir a todas las instancias posibles".
En una conferencia sobre la crisis política brasileña en Casa de América, fue clara al señalar que en el PT "no hay plan B, por lo tanto Lula sigue siendo nuestro candidato para las presidenciales".
Pidió la "solidaridad internacional" para el exmandatario, encarcelado desde el sábado y condenado a 12 años y un mes de prisión por "corrupción pasiva" y lavado de dinero.
En tanto, el juez Sergio Moro, quien condenó al exmandatario, en primera instancia, rechazó concederle el derecho de recibir visitas más que un día por semana, por lo que once gobernadores suspendieron una reunión que tendrían con Lula para tratar su caso.
Ordenó también que el preso no tenga "ningún otro privilegio" más allá de un televisor en su celda de la prisión de Curitiba.
Asimismo el ministro Marco Aurelio Mello, del Supremo Tribunal Federal (STF), decidió posponer para dentro de cinco días la sesión programada para hoy donde tratararía el caso de Lula sobre la "prisión, tras la condena en segunda instancia".