CARACAS. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, juró este jueves ante el Tribunal Supremo de Justicia por un segundo mandato hasta el 2025 desafiando un cerco diplomático de gobiernos que cuestionan la legitimidad de su reelección, en un país donde la profunda crisis económica ha empujado a millones a emigrar.
Maduro, de 56 años, recordó al prócer Simón Bolívar y al fallecido presidente Hugo Chávez, su mentor político, al recibir su investidura en una sala repleta de funcionarios, jefes militares e invitados internacionales como los presidentes de Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador y Osetia del Sur.
"Juro por el libertador Simón Bolívar y los ejércitos libertadores de nuestra América, juro por el legado de nuestro amado comandante Hugo Chávez (...) que cumpliré y haré cumplir todos los postulados de la Constitución", dijo el mandatario de 56 años, con su mano izquierda elevada frente al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno.
Maduro arribó al palacio acompañado por la primera dama Cilia Flores y fue recibido por un desfile militar y el canto de jóvenes integrantes del estatal Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles.
La sede de la ceremonia en el Tribunal Supremo es un hecho inédito y un abierto desafío a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que sostiene que la reelección de Maduro es ilegal y le advirtió que de asumir estaría usurpando el Poder Ejecutivo.
Su reelección, en las elecciones del pasado 20 de mayo y en las que ganó con el 67.7 por ciento de los votos, también fue cuestionada por países de la región, así como por la Unión Europea y Estados Unidos.
Pocos minutos después de su asunción, el gobierno de Paraguay anunció que rompía las relaciones diplomáticas con Venezuela.
Desde Estados Unidos, el Departamento de Estado condenó en un comunicado la "usurpación ilegítima" del poder por parte de Maduro y dijo que seguirá usando toda su capacidad económica y diplomática para presionar por la restauración de la democracia.
Maduro aseguró en un discurso posterior a su juramento que era "un presidente demócrata, de verdad, profundo, de una cultura de base".
Más tarde, el presidente venezolano tiene previsto participar en una ceremonia en la academia militar en Caracas, en un gesto que destaca la importancia de las fuerzas armadas en su gobierno.
Grupos de simpatizantes del oficialismo se congregaron cerca al Tribunal, pero en su mayoría las calles lucían vacías pero con reforzada presencia militar y policial, según testigos.
En los alrededores del edificio de la Asamblea, Enrique Salazar, un vendedor informal de 53 años, dijo que Maduro debe hacer algo y actuar porque "el país se está cayendo a pedazos".
"El pobre está sufriendo y el rico se está volviendo más rico", agregó.