Varios senadores republicanos de Estados Unidos dijeron que dejarán de lado el proyecto casi aprobado para reemplazar el Obamacare, y escribirán su propia versión, una señal de lo difícil que será cumplir en siete años de promesas para revocar el sistema de seguridad social heredado de la administración de Barack Obama.
Lamar Alexander, de Tennessee, quien encabeza el comité de salud del Senado, y Roy Blunt, de Missouri, miembro del liderazgo republicano, describieron el plan, incluso mientras la Cámara de Representantes estaba celebrando que alcanzaron un acuerdo para su derogación después de semanas de dimes y diretes.
La decisión probablemente retrasará aún más el prospecto de que alguna proyecto de derogación alcance el escritorio de Donald Trump.
Las acciones en hospitales bajaron con la votación de la Cámara de Representantes, pero rápidamente rebotaron con las noticias de que el Senado empezaría de cero con su propia versión, que causó un alza en el índice BI North AMérica Hospitals de 0.9 por ciento hacia las 14:39 horas.
Los hospitales temen que el debilitamiento de la expansión de la ayuda médica del Obamacare los dejará con más clientes que no pueden pagar por sus servicios.
Trump celebró la votación de la cámara baja con una conferencia de prensa en la Casa Blanca, rodeado de docenas de legisladores republicanos.
"Esto realmente a unido al Partido Republicano", dijo.
Pero después de la apretada votación de los representantes, 217 contra 213, el Senado aclaró que va a tomar una dirección distinta. Lisa Murkowski, de Alaska, quien ha sido muy crítica del proyecto de la cámara baja, dijo el jueves que espera empezar con una "pizarra en blanco" en el Senado.
Para sumar adeptos a su propuesta entre los senadores, el líder de la mayoría, Mitch McConnell, necesitará unir las alas moderadas y conservadoras republicanas que quieren llevar la medida en direcciones completamente diferentes.
El Partido Republicano controla el Senado con 52 integrantes frente a 48 demócratas, lo que significa que no puede perder más de dos republicanos para pasar su propuesta, ante la unidad de la oposición.
Los edulcorantes añadidos, tema que ayudó a ganar el apoyo crucial de los republicanos para que el tema saliera avante de la Cámara de Representantes, parece que ha complicado conjuntar a los republicanos en el Senado.
Uno de los muchos obstáculos con la versión de la Cámara de Representantes es que podría entrar en conflicto con las restricciones del presupuesto, lo que afecta el procedimiento bajo el cual el proyecto está siendo negociado.