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‘Todos’ quieren el Mar del Sur de China, y éstas son las razones

La Corte Permanente de Arbitraje de la Haya emitió un fallo el martes en el que indica que China no tiene ningún título histórico en el Mar del Sur de China, región disputada por seis países en la que todos quieren tener potestad.

En una decisión histórica, la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya falló este martes que China no tiene ningún título histórico sobre las aguas del Mar del Sur China Meridional, dando la razón a reclamos del gobierno filipino.

Corte Pemanenete de Arbitraje de la Haya:
La corte, que es el principal órgano judicial de la ONU, se encarga de resolver los conflictos jurídicos que puedan presentarse entre los estados. 

Seis países tienen diferentes reclamos sobre esta región por donde pasa aproximadamente el 30 por ciento del comercio marítimo mundial, mercancías valoradas en 5 billones de dólares anuales; y en la que, además, hay ricas reservas de gas y petróleo.


"En el siglo 19 los países se peleaban por el control del Estrecho de Gibraltar o del Canal de Suez, hoy en día es el paso de Malaca y del Mar del Sur de China, por eso Singapur es un país tan rico, es mucho más importante en términos económicos; entonces, si China quiere controlar el comercio mundial tiene que controlar el Mar del Sur de China", explicó en entrevista el doctor Armando Azúa, especialista del departamento de historia de la Universidad Iberoamericana.

De acuerdo con el investigador, se trata de la ruta de tránsito comercial marítimo más importante del mundo. "Es clave para tener el control del comercio que se mueve en barco".

FALLO HISTÓRICO

El caso fue presentado por Filipinas con el argumento de que las reclamaciones de los derechos históricos de China no cumplen con la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar. Las pretensiones chinas se basan en un mapa 1947 que muestra una línea que cubre aproximadamente el 80 por ciento del área acuática.

"No hay evidencia de que China haya ejercido históricamente el control exclusivo sobre las aguas o sus recursos", señaló la Corte de La Haya.

El doctor Ulises Granados, coordinador del programa de estudios Asia Pacífico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) explica que el fallo es un hecho histórico, porque pocas veces un tribunal internacional emite un veredicto sobre alguna cuestión de jurisdicción marítima, y en este caso, después de tres años de proceso judicial, cinco miembros del tribunal apoyaron las peticiones de Filipinas.

ISLOTES CLAVE

China reclama la jurisdicción de siete islotes/ arrecifes, incluidos los Spratly y Paracel, pases clave del comercio marítimo.

La resolución de la corte determinó que estas formaciones no cumplen los requisitos jurídicos de una isla por lo que no pueden pertenecer a China. De acuerdo con el fallo, al reclamar estos islotes, Beijing está reclamando aguas internacionales, ya que la Comisión del Derecho del Mar dicta que la Zona Económica Exclusiva es de 200 millas náuticas.

El gobierno chino considera estos islotes como prioridad nacional y en los últimos años ha intensificado su actividad en ellos.

En su caso Filipinas reclamó por el daño realizado a los arrecifes, por la construcción sobre ellos, así como una pesca indiscriminada.

Determinaciones:
El fallo de la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya no determina soberanía sobre ninguna isla, y tampoco determina los límites jurisdiccionales del mar.

“Lo que podríamos ver es que China quizá va a estar deteniendo barcos pesqueros de nacionalidades distintas, sobre todo barcos filipinos, barcos vietnamitas, cuando naveguen por estas aguas que ellos reclaman, los van a estar deteniendo y los van a soltar a los cuantos días, es simplemente una forma de decirle a los pescadores: ‘aquí no te metas porque esto es mío’”, explicó Azúa sobre la posible respuesta china.


UN TEMA DE NACIONALISMO

Granados considera que el factor más importante de la disputa en la zona tiene un carácter ideológico.

"Ahí China no puede ceder, ni ningún otro gobierno puede ceder en esta reclamación porque sería un suicidio político. Entonces sí hay importancia económica, hay importancia geopolítica, obviamente, pero tiene que ver más con la imagen internacional y con nacionalismo al interior del país", explicó el académico del ITAM.

Desde que la corte abrió el caso en 2013, China señaló que no reconocía la jurisdicción del tribunal para este caso y tras el fallo descartó acatarlo. Y si bien el tribunal dice que el fallo es vinculante, carece de un mecanismo para aplicarlo.

"China considera históricamente que el Mar del Sur de China es su territorio y que por lo tanto es un tema de política interna, no es un tema de derecho internacional", dijo Azúa.

REACCIONES

El presidente chino, Xi Jinping, respondió que Beijing no aceptará posturas o acciones que tomen como referencia el fallo. En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, señaló que el fallo dejó la disputa en un terreno peligroso, pues podría empeorar las tensiones y la confrontación.

Después de esta resolución, de acuerdo a Granados, es posible que China intensifique la construcción de instalaciones artificiales. Mientras que Azúa prevé una mayor actividad de las fuerzas armadas chinas en la región, así como un aumento de edificaciones para revisar barcos, de pistas de aterrizajes y de helipuertos.

Para ambos especialistas, es factible que otra reacción sea una mayor actividad por parte de la marina de Estados Unidos.

"Estados Unidos podría incrementar sus patrullajes con portaaviones y naves de guerra en el Mar del Sur de China; ya hubo dos incidentes donde naves de guerra se acercaron a territorios que China reclama como aguas territoriales en las islas Paracel y en las islas Spratly, entonces yo estoy bastante seguro que estas operaciones de Estados Unidos, que se llaman operaciones de libertad de tránsito, van a incrementarse", mencionó Granados.

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