La peor semana para la campaña presidencial de Donald Trump comenzó con un muy criticado desempeño en el debate y finalizó con un explosivo reportaje sobre el hecho de que habría evitado pagar impuestos federales a la renta durante 18 años.
En el medio, el tempestuoso republicano azotó contra una reina de belleza latina en una serie de tweets a las 5:00 de la mañana, enfrentó oposición de juntas editoriales conservadoras, fue detrás de la historia de infidelidad de Bill Clinton mientas se rehusaba a discutir sobre su vida, se descubrió que había participado en una película erótica suave de Playboy, se burló de la reciente batalla de Hillary Clinton con su neumonía y le dijo al público que ella "podría estar realmente loca".
"Esta podría ser la peor semana en la historia presidencial de cualquier candidato", dijo Rick Tyler, estratega republicano y exdirector de comunicaciones para la campaña presidencial del senador de Texas Ted Cruz. "Seguramente yo no sabría cómo superarla".
Muchos republicanos se quedaron con la duda de si Trump podrá recuperarse o si ya ha perdido definitivamente la carrera durante los últimos siete días.
"Ese hoyo que Trump cavó para sí mismo es muy profundo", dijo Joe Watkins, exayudante del expresidente George W. Bush. "Dada la gran audiencia del primer debate y la semana de grandes traspiés de Trump, es posible que sea demasiado tarde para cambiar de rumbo".
La campaña de Trump y sus aliados pareció atípicamente paralizada en tanto se acumulaban los titulares, sin poder pasar a la ofensiva contra Clinton mientras los eventos fueron más allá de su control. Los propios asesores del candidato republicano le suplicaron públicamente que fuera más disciplinado.
Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes, la llamó "una semana perdida, una semana que lo ha afectado, que ha sacudido a sus propios seguidores" en una aparición del viernes en Fox News.
El domingo, los partidarios de Trump intentaron atenuar revelaciones publicadas en el New York Times sobre que el candidato informó pérdidas por 916 millones de dólares en sus declaraciones de impuestos de 1995 como evidencia de que es un hábil empresario.
La secuencia de eventos sigue complicando el camino de Trump hacia la victoria, y ocurre luego de un esfuerzo en el que había repuntado en las encuestas.
"No fue una mala semana. Fue una semana horrible", dijo el encuestador republicano Frank Luntz, que argumentó el 15 de septiembre que Trump era "capaz de ganar", pero se preocupó el domingo por el hecho de que es una persona "inmanejable".
"Su equipo no tiene ningún control sobre él. Es su responsabilidad mantenerlo focalizado en lo que se necesita para ganar, y han perdido la batalla", dijo. Pero no está eliminando a Trump todavía. El resultado de la carrera presidencial todavía está "depende de los debates", dijo Luntz. "Millones de personas leerán estas noticias. Decenas de millones verán los debates".