El presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció ayer la construcción del Tren Maya, cuya inversión será de aproximadamente 150 mil millones de pesos y el cual quedaría terminado en cuatro años.
Precisó que una parte de los recursos provendrán de los fondos que se recaudan del Impuesto al Turismo, que son aproximadamente 7 mil millones de pesos al año, y que el resto saldrá de la firma de contratos con la iniciativa privada.
En cuanto al costo de esta obra, López Obrador señaló que "estamos calculando que se puede realizar con un costo de entre 120 y 150 mil millones de pesos, por eso será una inversión pública y privada. Es muy importante decir que tenemos tres cosas: el derecho de vía, los fondos del impuesto al turismo, y que vamos a desarrollar una de las regiones más importantes desde el aspecto cultural en el mundo".
Sobre la convocatoria a la iniciativa privada, López Obrador aseguró que "estaremos en posibilidad de lanzarla desde el 1 de diciembre próximo para tener terminada la obra a más tardar en cuatro años".
En conferencia de prensa, en la que presentó a Rogelio Jiménez Pons como titular de la Dirección General de Fonatur, y a Gabriela Cámara como directora general del Consejo de Promoción Turística, López Obrador explicó la forma en cómo se construirá este nuevo proyecto "que ayudará a detonar la actividad turística en la zona con más riqueza cultural del mundo".
Adelantó que en este proyecto estarán incluidos los estados del sureste del país que componen la cultura Maya: Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.
Detalló que originalmente estaba programado para unir a Cancún, Tulum, Bacalar, Kalakmul y Palenque. Pero ahora este proyecto inicial, que se estimaba que fuera de 900 kilómetros, se ampliará a mil 500 kilómetros con la inclusión de los estados de Campeche y Yucatán.
Además mencionó que con esta obra se va a fomentar de manera muy importante el turismo, pero que también va a generar muchos empleos en esa zona del país, "que es la más abandonada y por eso estamos muy satisfechos con esta obra".
Reconfiguración de refinerías
Ante diversas expresiones que han señalado que el dinero que el nuevo gobierno pretende destinar para la reconfiguración de las seis refinerías instaladas en el país –50 mil millones de pesos–, López Obrador respondió: "Yo sostengo que sí nos va a alcanzar, porque vamos a invertir bien el dinero y vamos a eliminar la corrupción".
Detalló que "en este periodo neoliberal se reconfiguraron tres refinerías (Minatitlán, Cadereyta y Ciudad Madero) y se gastaron 150 mil millones de pesos; pero esas tres refinerías que modernizaron ahora operan al 30 por ciento de su capacidad, porque todo lo que hicieron no sirvió, entonces pensamos que con 50 mil millones de pesos vamos a reconfigurar las seis refinerías y que sí nos va a alcanzar el dinero".
También habló de la construcción de la nueva refinería y dijo que "tenemos un anteproyecto que se ajusta mucho a lo que costó una nueva refinería que se edificó en la India, que costó alrededor de 160 mil millones de pesos y se hizo en tres años y que es un modelo que vamos a tratar de aplicar".
Rogelio Jiménez será director de Fonatur
Por otro lado, el presidente electo informó que los próximos secretarios de Hacienda, Carlos Urzúa, y de Turismo, Miguel Torruco, decidieron junto con él, nombrar a Rogelio Jiménez Pons como director de Fonatur y a Gabriela Cámara como titular del Consejo de Promoción Turística.
Arquitecto de profesión, Jiménez Pons se desempeñó como director de Turismo en Tabasco en el sexenio de Leandro Rovirosa en los setenta y también como delegado federal de Turismo para Tabasco.
También fue el creador del Maratón Náutico del río Usumacinta, en 1980, en el cual corredores nacionales e internacionales llegaban a Tabasco para participar de esta carrera que iniciaba a partir de la zona arqueológica de Yaxchilán, frente a los límites de Guatemala y que finalizaba en Villahermosa.
En tanto, Gabriela Cámara es empresaria propietaria de los restaurantes Contramar.
Fue socia en Puntarena y Merotoro en Ciudad de México. Su último proyecto es Cala, abierto desde octubre de 2015, y es un restaurante en San Francisco, California, que de hecho está de moda en esa ciudad, donde ella ha estado radicando últimamente.