Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que para el proyecto del Tren Maya se necesitará una inversión de 150 mil millones de pesos, aunque para su arranque, en 2019, tendrá un presupuesto de 16 mil millones de pesos.
El Presidente electo se reunió ayer con gobernadores y gobernadores electos de las entidades por donde pasará el nuevo tren.
En la reunión, que tuvo lugar en la zona arqueológica de Palenque, estuvieron el mandatario de Chiapas, Manuel Velasco, además del gobernador electo de ese estado, Rutilio Cruz Escandón.
También asistieron Alejandro Moreno Cárdenas (Campeche); Arturo Núñez Jiménez y Adán Augusto López (Tabasco); Rolando Zapata Bello y Mauricio Vila Dosal (Yucatán), además de Carlos Joaquín González (Quintana Roo).
"Pensemos nada más en términos de inversión pública, que yo recuerde, en los últimos años, nunca (ha habido) un proyecto para el sureste de 150 mil millones de pesos para los cinco estados, a lo mejor me equivoco, pero no creo, de inversión federal", explicó López Obrador en conferencia.
Señaló que es "importante" comenzar desde el 1 de diciembre con la ejecución del proyecto, "de tal manera que ya se avanza en las bases para los concursos de licitación".
Apuntó que "tenemos la necesidad de trabajar en estos dos meses y medio que faltan para que iniciemos el gobierno, y queremos pedir su apoyo para que en estos meses los gobiernos estatales ayuden en la elaboración de anteproyectos, en los trabajos que se tienen que realizar para tener las bases completas de licitación, no desperdiciar estos dos meses y medio".
El Presidente electo advirtió que "no aceptará" retrasos en la obra y que las supervisará como lo hiciera con lo segundos pisos cuando fue jefe de Gobierno.
"Tenemos que cuidar las bases de licitación. Hay la mala costumbre de que se proyecta un tiempo de terminación de la obra y se va un año adelante, a veces hasta dos, tres, los ejemplos sobran, yo no quiero que sea así, quiero que se cumpla con el programa", dijo.
Agregó que no aceptará ningún tipo de justificación que impida el avance de la obra en tiempo y forma, por lo que supervisará de manera personal el avance:
"No vamos a aceptar excusas que siempre hay. Yo tengo esa formación de que soy muy obsesivo de esas cosas, así como soy terco, perseverante, y cuando se trata de un proyecto de estos lo tengo en la cabeza y voy a estar evaluando, dándole seguimiento personalmente.
"Cuando iniciamos la construcción de los segundos pisos (del Periférico de la Ciudad de México) iba yo casi diario a la obra, estaba pendiente de la colocación de las trabes y de cómo se avanzaba y por qué se detenía, o sea, voy a estar en el terreno, les ofrezco disculpas por anticipado porque soy muy molesto, muy insistente. Nosotros no queremos vernos implicados en eso, queremos que se calcule de la mejor forma posible", explicó López Obrador.
Pidió el apoyo de los gobernadores, "porque sin las autoridades estatales sería complicado, esto debe de asumirse como un programa del gobierno de la República que involucre a gobiernos municipales, estatales y al gobierno federal, un programa de la nación para el desarrollo de México, de modo que no es un programa del gobierno federal, es un programa de todos con participación de gobiernos municipales, estatales, del gobierno federal, de la sociedad civil, de inversionistas nacionales, y si se necesita, de inversión extranjera, pero es un plan que yo invito a que los gobernadores adopten, que se sientan parte del programa, que en cada estado se promueva, se impulse para que tengamos buenos resultados".