La caravana de ciudadanos centroamericanos ingresó a territorio oaxaqueño tras varias horas de haber permanecido retenida en los límites con el estado de Chiapas; el gobierno federal había dispuesto de un operativo encabezado por la Gendarmería Nacional, que en el momento más álgido se disolvió.
Alrededor de las 4 de la mañana, la caravana se encontraba en el puente Las Arenas, casi colindante con Oaxaca, apenas había salido de Arriaga, Chiapas, y pretendía ingresar al estado por Chahuites, la primera comunidad oaxaqueña, pero un contingente de agentes federales ataviados con equipo antimotines les impidió el paso.
El contingente policial detuvo por unas cuatro horas el avance de miles de centroamericanos que quieren llegar a la frontera norte de México para ingresar a Estados Unidos; a las 8:40 de la mañana se confirmó que la Gendarmería permitió el paso de la caravana y será en las próximas horas cuando se decida la ruta a seguir, aunque ya se había informado que arribarían a Ciudad Ixtepec.
En el sitio, también se encontraban visitadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas y Oaxaca, así como personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que abogaron y dialogaron con los mandos de la Gendarmería para que permitieran el paso de los migrantes.